Lo lógico en la visita del Betis el pasado sábado de Feria a la capital madrileña para disputar su encuentro frente al Madrid de Mou era perder. Y así fue. Perdió.

Sin embargo, la imagen no fue peor que otra serie de derrotas a las que el conjunto verdiblanco ya se ha acostumbrado cada vez que pisan el Santiago Bernabéu.

Mantuvo a su rival hasta el minuto 90 con una renta mínima y mereciendo el empate pero, incluso con suplentes, el cuadro merengue es superior casi a cualquier equipo porque posee una pegada tan espectacular como eficaz.

Aún así, los resultados de la jornada liguera han sido beneficiosos para los de Mel y en consecuencia, positivos para que una semana más, y a falta ya de seis partidos para que concluya la Liga BBVA, el objetivo europeo para la próxima temporada siga vigente y con máximas posilidades.

El empate del Rayo Vallecano a un gol en Son Moix ante el Real Mallorca y la derrota del Getafe en casa contra el Espanyol de Aguirre que sube como la espuma, pone tierra de por medio en la lucha por el séptimo puesto que en estos momentos ocupa el equipo helipolitano a dos del Málaga, sexto con 50 puntos.

Un Betis que recibirá el próximo lunes en el Villamarín al Deportivo de La Coruña que pelea por salvarse, habitual tónica en la lista de adversarios que le restan en el calendario con un único lunar en la recta final del campeonato como lo es el Barcelona de Messi que con toda probabilidad se haya proclamado campeón a esas alturas.

 

Castro y Molina, un dúo muy goleador

El tanto de Jorge Molina en el Bernabéu supuso en el décimo gol en su cuenta que, sumados a los 16 que acumula su compañero en la delantera, Rubén Castro, asciende a la nada desdeñable cifra de 26. Unos números únicamente superados tirando de historia por la dupla Oliveira-Edú que terminaron firmando durante la 2004/05 la cantidad de 33 goles, siete más que las que actualmente ostentan ambos.