"Tenía muy claro que tenía que ser Óscar el protagonista, quería dirigir a mi hermano pequeño", asegura
Mario Casas ha reconocido este lunes durante el rodaje en Madrid de su primera película como guionista y director, "Mi soledad tiene alas", que uno de los motivos que más lo han empujado a embarcarse en este primer proyecto tras la cámara ha sido poder dirigir a su hermano Óscar Casas, quien ocupa el papel protagonista.
"Tenía muy claro que tenía que ser Óscar el protagonista, quería dirigir a mi hermano pequeño", ha sentenciado el artista (A Coruña, 1986), una decisión que ha calificado de "casi experimental" y en la que ofrece al actor el personaje que a Mario le gustaría que le "hubiesen ofrecido con veintitrés o veinticuatro años".
Se trata del personaje de Dan, un joven de un barrio obrero de Barcelona quien, tras atracar una joyería junto con sus amigos Vio (Candela González) y Reno (Farid Bechara), debe mudarse a Madrid, donde iniciará un proceso de búsqueda personal en el que encontrará su lado más sensible de la mano de su faceta como artista.
Escrita durante el confinamiento por el propio Casas y Deborah François, y tomando como referencia algunos iconos del cine quinqui como "Deprisa, deprisa", el filme reúne un elenco compuesto en su mayoría por actores no profesionales en los que, en palabras de Óscar Casas, el espectador podrá encontrar "verdad, algo emocional, puro y real en el amor, la amistad y la búsqueda de estos chavales".
Es el caso de la coprotagonista Candela González, debutante en esta cinta, quien ha admitido que la experiencia con Óscar y Mario le ha permitido aprender a "construir al personaje día a día, enfrentarte a los subidones y bajones emocionales que llegan, a intentar entender, a buscar recursos que te ayuden a acercarte al personaje".
El proceso de más de un año de "casting" y tres meses de ensayo ha permitido al director primerizo "trabajar todos los días emocionalmente, acompañarlos": "Sé lo que sienten, comprendo sus inseguridades sus miedos y entonces intento apoyarlos desde ese lugar y que se sientan lo mas cómodos posibles", ha explicado.
Asimismo, Mario ha admitido que ha mantenido la distancia con su hermano durante el rodaje con el propósito de que este no note sus "miedos de la primera vez", labor que Óscar ha valorado de modo especial.
"Cualquier cosa que él (Mario) quería" bastaba con que se lo dijera "con la mirada". "Al fin y al cabo es mi hermano, no es solo una indicación, sino que me atraviesa", ha afirmado.
Casas deja atrás su imagen de ídolo juvenil amasado en papeles románticos o divertidos, como en "Los hombres de Paco" o "A tres metros sobre el cielo", después de haber logrado un Goya como "actor serio", gracias a Dani, el atormentado protagonista de "No matarás" y tres premios Feroz por esa misma película, y por las dos que rodó con Álex de la Iglesia, "Mi gran noche" y "Las brujas de Zugarramurdi".