Uno de los mejores momentos en la historia reciente del Chipiona CF ha chocado frontalmente con el que bien puede ser el peor. Sobre el campo, las cosas no pueden ir marchando mejor. El equipo blanquiazul se sitúa como líder en solitario de su categoría en Segunda Andaluza, a un paso del ascenso.
Han alcanzado el cielo, pero es en los despachos donde, por el contrario, se ha tocado fondo. Dos realidades paralelas dentro de una misma entidad en la que, como suele ocurrir lamentablemente en el fútbol, prima siempre lo ajeno sobre lo puramente deportivo, lo que trastoca a todo lo demás como si de un castillo de naipes se tratase en el que todo se acaba derrumbando.
El presidente del Chipiona CF, Alejandro Florido, ha hecho saltar las alarmas esta mañana durante su comparecencia ante los medios para explicar la situación tan delicada que atraviesa la entidad por “falta de liquidez económica”. Una situación límite que, como primera consecuencia, llevaría a la
imposibilidad de finalizar la temporada, por lo que el primer equipo tendría que descender de categoría como represalia viendo como se le arrebata así el sueño de ascenso. Aunque, más allá de eso, el presidente del Chipiona CF ha alertado que
podría incluso abocar a la entidad a la desaparición ya que se verían obligados a cesar la actividad.
A día de hoy, según explica Florido, el coste a saldar para garantizar la supervivencia de la institución oscila entre los
4.000 y los 6.000€. La celebración de una barra o un concierto, entre otros eventos, son opciones propuestas para buscar fondos económicos a corto plazo, aunque los costes federativos derivados de los arbitrajes además de la necesidad de mantener a un sistema de cantera ampliado respecto a la temporada pasada- de 11 a 17-, hacen que sea necesario buscar
una solución de urgencia. “No queda más remedio que apelar a las autoridades y a los comercios locales como última opción y a la desesperada para salvar la temporada”, lamenta. Ahora mismo, el reloj ya corre en contra de un Chipiona CF que busca la fórmula para
salvar a un pedacito de la historia del deporte en la localidad. Más de medio siglo que, ahora, podría quedar en el olvido.