Nada mejor que conmemorar el Día de Andalucía homenajeando a dos chiclaneros y a una institución gaditana que han sido parte de la construcción de la comunidad autónoma y en particular de Chiclana. Se repite así el modelo que se puso en marcha el Día de la Constitución y que le aporta un valor añadido al acto institucional.
El alcalde de la localidad, Ernesto Marín, junto a los portavoces de los partidos con representación municipal -Andrés Núñez (PP), José María Román (PSOE), Marisol Ayala (PVRE) y Ana Rodríguez (IU)- presidió el acto celebrado en el Teatro Moderno con total solemnidad, en el que destacó el ejemplo a seguir de personas y entidades que, cada una en su parcela laboral o social, han contribuido a mejorar Chiclana como ciudad.
Los méritos son amplios en los tres casos. Antonia Butrón Benítez nació en una familia emprendedora y trabajadora que poseía una panadería entre las dos calles más señeras de Chiclana, La Vega y La Plaza. Pasó su infancia y creció en un entorno de harinas y masas de pan, lo que le permitió aprender desde pequeña el oficio, que se sumó a un buen olfato y paladar.
Una de sus mayores aportaciones a Chiclana fue la fabricación durante todo el año de los dulces típicos de Semana Santa, un producto exitoso que se sumó a los que ya se vendían en la panadería familiar.
Su casamiento la llevó a dedicarse a emprender y desarrollar la faceta de ser madre, aparcando por el momento sus ansias empresariales, las cuales pudo llegar a desarrollar unos años después junto con su marido, abriendo así al público su propio negocio de dulces elaborados artesanalmente.
Comenzó con un pequeó obrador y daba a probar a sus clientes todo lo que elaboraba. Su seña de identidad y particular sello de calidad era su famoso “toma, pruébalo, está recién hecho”.
Su negocio se diversificó y comenzó a desarrollar todo tipo de dulces, tales como pestiños, tortas de nochebuena, roscos fritos, rosquetes de huevos de Conil, de anís y de vino moscatel chiclanero.
También pastas, tortas de polvo, perrunillas, masa real, arroz con leche o torrijas, entre muchos otros fueron los productos que llenaron las vitrinas de su negocio en Chiclana y luego en Cádiz.
Antonia Butrón continua hoy en día en activo y su mayor seña de identidad son las empanadas tradicionales que elabora. De hecho, ha creado un nuevo concepto en el mundo de los negocios en este ramo como son las Empanaderías Antonia Butrón. Su filosofía empresarial se basa en calidad, atención al cliente y buen servicio, todo ello llevado a través de una gestión empresarial basada en una formación permanente.
Aun en tiempos como los actuales, continúa creando puestos de trabajo. El 80 por ciento de su plantilla ha sido formada en los dos últimos años y su apuesta por los jóvenes es clara, dado que la mayoría de los trabajadores del negocio tienen entre 20 y 30 años. La pantilla está formada por cuarenta empleados en temporada baja y aumenta según la estación del año.
Francisco Rodríguez Sánchez
Nacido en Chiclana el 7 de febrero de 1946, el arquitecto Francisco Rodríguez Sánchez inicia sus estudios primarios en la Escuela Nacional Padre Salado, siendo esta la única enseñanza obtenida oficialmente, ya que realizó el resto de estudios por correspondencia y por enseñanza libre. A los 14 años, comenzó su vida laboral, que compaginó con sus estudios de delineante general por correspondencia.
Terminado este curso, ingresó en la Empresa Constructora Agroman SA en marzo del 65, con la categoría de peón especial. De nuevo compagina sus labores en la empresa con sus estudios “por libre”, esta vez de Oficialía en la Rama de Delineación en Construcción en la Escuela de Maestría Industrial de San Fernando. En el curso 1969-1970, comienza sus estudios como alumno libre en la escuela de Arquitectos Técnicos de Sevilla, que finaliza en el curso 1973-1974, obteniendo la calificación más alta concedida en la escuela desde su fundación en la asignatura de Mediciones, Presupuestos y Valoraciones.
Se casa en 1972 con Josefa Ramos Jurado, con la que tiene seis hijos. Como es habitual en él, compaginando su actividad laboral, en el curso 1977-1978 se matricula en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, estudios que finaliza en el curso 1982-1983, presentando y aprobando el proyecto fin de carrera en la primera convocatoria, en enero de 1984.
En cuanto a su trayectoria laboral, como antes se ha señalado, la inicia en marzo del 65 en la Empresa Constructora Agroman, primero como peón especial, enseguida pasa a ser Listero y en noviembre del mismo año llega a ser auxiliar técnico de tercera, segunda y primera. En 1969, lo ascendien a ayudante de obra, para en el 74, terminado sus estudios en Arquitectura Técnica, fuese contratado como arquitecto técnico.
En el año 1983 pasa a la categoría de jefe de Zona, siendo responsable de la provincia de Málaga en Edificación. Dos años más tarde asciende a director de Zona de la misma provincia.
En el año 1987, decide volver a Chiclana y ejercer por libre la carrera de Arquitectura. Ha desarrollado trabajos en casi toda la provincia de Cádiz, elaborando unos 1.015 proyectos de distintas índoles, tanto oficiales como privados, siendo en Chiclana donde más proyectos ha realizado. Recientemente tuvo el honor de pertenecer al jurado para el concurso de ideas del Poblado de Sancti Petri. Para él es motivo de satisfacción, ya que significa una actuación de gran importancia para el desarrollo de Chiclana.
Se jubiló el 31 de diciembre del 2008, transmitiendo su taller de arquitectura a sus hijos Oliver y Javier.
Banco de Alimentos de Cádiz
El Banco de Alimentos de Cádiz es un entidad fundada en 1996 y es miembro de la Federación Española de Bancos de Alimentos, que en la actualidad engloba a más de cincuenta organizaciones de similares características en toda España y, a través de ella, de la Federación Europea de Bancos de Alimentos.
Se trata de una asociación sin ánimo de lucro basada en el voluntariado y cuyo objeto principal es la consecución de los alimentos excedentarios para hacerlo llegar a las personas necesitadas.
La labor de esta entidad también se ve reflejada en Chiclana, ciudad en la que, en 2012, se repartieron 80.440 kilos de alimentos. Esto es posible gracias a la red de asociaciones beneficiarias del servicio que ofrece el Banco de Alimentos, estas son, Hermanas de la Compañía de la Cruz, Hogar de Nazaret, Gerasa, Cáritas Arciprestal de Chiclana a través de las parroquias de San Telmo, San Antonio de Padúa, San Sebastián y San Juan Bautista; Asociación “La Fundación”, Coordinadora Antidroga “Nueva Luz”, Comunidad Evangélica “Nueva Vida”, Agustinas Recoletas y “La Aurora”.
El Banco de Alimentos de Cádiz ha sido declarado de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior del Gobierno de España y ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012. El Ayuntamiento de Chiclana colabora anualmente con el Banco de Alimentos de Cádiz a través de la aportación directa de 8.000 euros, cifra que, en 2013, se ha visto duplicada a 16.000.