Renace la estética choni y cani

Publicado: 24/02/2020
Autor

Mayte González Gallegos

Escritora por devoción y restauradora de muebles, columnista en el periódico Viva Huelva

Chic style

Blog personal con alma y corazón dedicado a hombres y mujeres sobre moda, belleza y todo lo que esté al alcance de mi bolígrafo

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El fenómeno choni y cani vuelve aflorar en nuestro país. Con la música trap se ha comenzado a recuperar parte de esa estética y con cantantes como Rosalía
El fenómeno choni y cani vuelve aflorar en nuestro país. Con la música trap se ha comenzado a recuperar parte de esa estética y con cantantes como Rosalía. Las chonis son las grandes inventoras del selfie, las maestras en sacarse fotos frente al espejo del baño para colgarlas en su perfil de las redes sociales. Otro rasgo de comportamiento es pasar tiempo en su barrio, en el parque con los amigos. Ni estudian ni trabajan, no forma parte de sus objetivos, las inquietudes máximas son alguna práctica en actividades de maquillaje o peluquería, lejos de metas profesionales o universitarias, ya que en la mayoría de los casos abandonan el colegio y no completan sus estudios. Suelen utilizar las redes sociales para conectar con sus objetivos, hombres o mujeres que económicamente les puedan beneficiar o tengan relevancia social. Suelen provenir de barrios marginales, de bajos recursos y forma de vida muy humilde. Sus familias aceptan cualquier comportamiento o relación como adecuada siempre que económicamente les sea beneficioso para la economía del núcleo familiar.

La estética choni a la hora de vestir es vulgar, con ropa de otras temporadas, chándal, colores que no tienen combinación posible, en ocasiones estridentes. Su top a la hora de salir de fiesta es vestir con ropa corta y ajustada, con relleno en el sostén. Después de todo tienen que venderse para asegurarse un futuro y estabilidad económica.

Otra de las características de la estética choni son los pendientes de aro gigantes, estampado de leopardo, eyeliner mal delineado de color negro y alargado, labios excesivamente maquillados, cejas muy finas, hiperdepiladas, del color contrario al color del cabello o en ocasiones teñidas del mismo tono. El cabello suelen llevarlo teñido y largo de color negro azulado o rubio pollo, a veces con extensiones muy evidentes. En el caso de los cani van cargados de cadenas falsas o de verdad, anillos, gorras que incluso usan de noche y pulseras doradas o en cuero. Ambos, chonis y canis, son amantes de los complementos.

El término cani o choni fue admitido por la RAE por el uso generalizado de ambos términos. Lo solemos utilizar en expresiones que hacen referencia a alguien o algo hortera, pero de forma peyorativa. En las nuevas generaciones este adjetivo está cayendo en desuso.

Dicen que la clase se nace y no se hace, hay hombres y mujeres, independientemente de la clase social y el nivel económico, que con sólo un básico inspiran e irradian elegancia. Por ello muchos famosos se llenan de firmas, pero aún así no llegan a estar a la altura de los eventos a los que asisten y no aparecen en las listas de los mejor vestidos. El estilo es innato en la persona.

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