La alfombra roja se ha desplegado para la 34 edición de la Gala de los Goya 2020 celebrándose en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga. Los galardones han reunido a estrellas cinematográficas de ámbito nacional e internacional como son Penélope Cruz o Antonio Banderas, entre otros.
Aunque la protagonista indiscutible, a pesar de no haber asistido a la gala, fue Pepa Flores, conocida como Marisol, por ser premiada con el galardón honorífico, finalmente lo recogieron sus tres hijas: María Esteve, Celia Flores y Tamara Gades. María fue la encargada de dar un discurso de agradecimiento en representación de su madre, en el que comentó lo orgullosa y feliz que estaba visionando los premios pero en “un lugar tranquilo y en una televisión grande”. Su hija Celia Flores cantó tras el homenaje que le hacía Amaia excantante de OT.
Los Goya con el premio y a pie de calle en la calle Alcazabilla en Málaga también se le rinde homenaje con una exposición fotográfica con un total de treinta y cuatro imágenes que captan la esencia de este mito de los años 60 y 70 en España. La actriz, con sus recién cumplidos 71 años, vive discretamente pasando inadvertida en su ciudad natal, Málaga. Aún recibe ofertas de trabajo que declina.
El centro cultural malagueño ‘La Térmica’ en 2015 organizó una exposición de cincuenta fotografías de su trayectoria en el cine y la música, en su línea de no aparecer públicamente, vía mensaje agradeció la iniciativa y confiando en el buen criterio del artista y la comisaria de la exposición, al igual que tampoco recogió el Título de Hija Predilecta de Málaga.
En 1985 Marisol pasó a ser Pepa Flores y desde entonces su mantra es: “A lo único que aspiro es a ser una persona normal”. Vive en el barrio de La Malagueta con su pareja, con vistas al Mediterráneo. La niña prodigio a pesar de hacerse invisible nunca podrá conseguirlo al 100%, sus películas nos recuerdan que el mito continúa, influyendo en su generación y las siguientes, que la admiran y respetan que prefiera vivir en el anonimato, y más hoy día que se mata por un ‘like’ o ser conocido.
