Gaslighting es una forma sutil y efectiva de abuso psicológico y emocional. Se da a menudo en relaciones sentimentales o familiares, de hecho es una forma de abuso utilizada en los casos de bullying en los colegios y es más común en personas que han sufrido abuso emocional en la niñez y les cuesta identificarlo, por ello el maltratador consigue someter a la persona conectándola con sus miedos más profundos: abandono, vergüenza, falta de mérito… De este modo la manipula y logra su objetivo, que no es otro que confundir a la víctima, la hace dudar de sus percepciones, pensamientos, de su juicio y criterio, va acabando poco a poco con la autoestima. En definitiva, que se cuestione su propia salud mental hasta el punto de creer estar loca, y lo consigue mintiendo con seguridad, haciendo dudar a su víctima sobre cosas obvias.
Tras una situación de maltrato dónde la víctima se ha sentido humillada o devaluada, incomprensiblemente el abusador tiene una conducta de refuerzo y de elogio a la víctima, por ello ésta piensa que no es tan grave y esa persona tan cruel. Niegan lo evidente aún con pruebas, manipulan la información, las interpretaciones de la misma, de tal forma que la víctima dude de sí misma. Desacreditan a la víctima en público, reclutando a gente que sabe que son fáciles de manipular. El maltratador extiende entre la familia y los amigos de la víctima que miente y comienza hablar de la misma –“No está bien”, “Está loca”. Este maltrato, a largo plazo, acarrea baja autoestima y depresión en la fase última, ansiedad e insomnio, y se da en personas narcisistas, sociópatas, falta de humanidad y en el extremo los psicópatas.
La víctima, poco a poco, se siente sin apoyos emocionales, siendo más dependiente emocionalmente y vulnerable, por tanto muy sensible. Se cuestiona si es buena persona con los demás, se pregunta por qué a pesar de lo que tiene no es feliz, sabe que algo no va bien, pero no sabe qué es, se siente incapaz de hacer nada bien, infeliz, excusa al abusador ante sus amigos y familia, se disculpa por todo y también se lo cuestiona, confundida. Mientras, el abusador se alza como defensor y protector de la víctima, se presenta a él mismo como víctima y héroe. Utiliza lo que es cercano y querido para atacarte como son los hijos, sus acciones no concuerdan y son más sinceras que sus palabras.
Aléjate de esa persona, el problema no eres tú, es él. Habla con un especialista y con sus parejas anteriores, te ayudarán a salir de la borrosa luz.