El diputado nacional José Ignacio Landaluce ha señalado que la instalación de cajones sumergidos en las aguas españolas que bañan del istmo que une Gibraltar con el territorio nacional, “es sólo una muestra más de los gestos de mala vecindad que ha caracterizado al Gobierno de Fabián Picardo”.
Landaluce recuerda que el Partido Popular ya puso en entredicho las argumentaciones sostenidas por el Gobierno de Gibraltar cuando en agosto de 2013 se produjo el conocido incidente de los bloques de hormigón. Por aquel entonces, ya dijimos que los intereses medio ambientales esgrimidos por la colonia no eran tales y que el verdadero motivo de esos lanzamientos era el de comenzar a “despejar el terreno” en las cercanías del lugar en que irá instalada una Central Térmica de gas liquado.
Ahora ya se sabe para qué son esos rellenos, pero quedan todavía muchos asuntos que aclarar, explica Landaluce, aspectos como el saber si Gibraltar cuenta o no con un Estudio de impacto medioambiental, con lo cual tampoco sabremos qué habrá pasado con la biodiversidad en ese hábitat.
Gibraltar, prosigue Landaluce, ha renunciado al diálogo y, de nuevo, toma decisiones unilateralmente, aunque éstas puedan llegar a afectar en primer lugar a sus inmediatos vecinos, y lo que es peor, en aguas cuya jurisdicción es española. Landaluce ha pedido a Picardo que no usurpe estas aguas por el simple hecho de que no son suyas, y por las consecuencias que pudieran acarrear estos rellenos en el litoral linense.
Pero, aún así, concluye Landaluce, y a pesar de lo infructuoso de nuestros esfuerzos por conseguirlo, seguimos entendiendo que la única vía para el entendimiento es el dialogo a través de la fórmula de dos banderas, las de Reino Unido y España, aunque también tienen que tener cabida las voces de quienes de una manera u otra se ven afectados por esta situación, como son los ciudadanos de ambos lados de la verja.