Cáritas va a poner en marcha en Algeciras un nuevo proyecto de atención a las familias a nivel diocesano, lo que implicará su atención en las 16 unidades con las que cuenta Cáritas Parroquial en el municipio.
El proyecto, del que ya se están llevando a cabo las primeras actuaciones, consiste en la atención a familias que están pasando necesidades como consecuencia de la crisis, y que no habían vivido nunca una situación similar.
Según indicó el presidente de Cáritas en Algeciras, Juan De Dios Regordán, el propósito de este proyecto parte de la prestación de ayuda económica a estas familias, pero también de proporcionarles atención y asesoramiento psicológico así como orientación social y laboral.
“Cáritas es la columna fuerte de la Iglesia y es la que está saliendo al paso. Yo ya decía que 2012 era el año en el que teníamos que conjugar el verbo compartir”, señaló Regordán.
En lo que va de año, Cáritas parroquiales ha atenido a un total de 2.700 familias con necesidades. “El problema fuerte son esas familias que acuden a Cáritas porque le cortan la luz, el agua”, señala Regordán, que advierte del ingente trabajo que representa prestarles ayuda, aunque reconoce que “hay una buena coordinación con el Ayuntamiento, aunque tiene sus limitaciones también, y salimos al paso de muchos de los casos que el Ayuntamiento no puede atender”.
Se trata de familias que se han quedado en paro, muchas de ellas sin ayuda de ninguna clase, y que no pueden afrontar los gastos. “Lo más grave son familias con niños pequeños que se ven ahora en esta situación”, añade el responsable diocesano.
“Son personas que tenían una estabilidad y que se han quedado sin ella. Muchas empresas, con la crisis, se han aprovechado y los han echado a la calle. Son familias que no estaban acostumbradas a vivir una situación de indigencia, y hay que acudir a ellas para que no lleguen a una situación de desesperación”, señala Regordán.
No acuden por vergüenza
Regordán indica que se han detectado ya varios casos de familias que acuden a otras parroquias que no son las suyas, cuando no directamente no piden ayuda, por vergüenza a que se les reconozca.
