Han sido detenidas un total de diez personas en la ciudad autónoma de Ceuta y en las provincias de Cádiz y Málaga
Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en colaboración con la National Crime Agency británica, han desmantelado una organización de narcotráfico con la detención de diez personas y la intervención de una tonelada y media de hachís.
La Policía explica que la organización estaba liderada por un histórico narcotraficante británico y que la investigación ha sido coordinada por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar.
La pasada semana se llevó a cabo la explotación operativa, con la detención de diez personas en la ciudad autónoma de Ceuta y en las provincias de Cádiz y Málaga.
En los registros practicados, los agentes han intervenido más de 5.800 euros en efectivo, una pistola simulada, una pistola táser, armas blancas y un dron, además de cinco vehículos de alta gama y tres embarcaciones, en concreto un velero y dos yates.
La investigación se inició el pasado año 2020 y se centró en un ciudadano británico, residente en una lujosa urbanización de Cádiz, que se dedicaba al transporte de hachís vía marítima.
Este hombre, exmiembro de la Royal Navy británica y con extensos conocimientos náuticos, era conocido desde hace años por los agentes dada su estrecha relación con el tráfico internacional de drogas y sus vínculos con organizaciones criminales asentadas en países europeos como Reino Unido y Ucrania, territorios susceptibles de ser los receptores de la sustancia estupefaciente.
Contaba con varias empresas dedicadas a la compraventa y alquiler de embarcaciones que utilizaba para realizar los transportes de droga. Igualmente creó sociedades pantalla para introducir en el circuito económico legal, dinero procedente del tráfico de estupefacientes.
Tras las primeras investigaciones, los agentes pudieron constatar la relación del investigado con diferentes individuos afincados en Ceuta, integrantes de la organización criminal suministradora del hachís, con los cuales organizaba los transportes de droga utilizando embarcaciones tipo velero y de recreo.
Durante la investigación, los agentes constataron el alto grado de profesionalidad de la organización, cuyos miembros adoptaban estrictas medidas de seguridad, tanto en lo que respecta a sus comunicaciones como a la hora de realizar cualquier tipo de desplazamiento.
Este control se incrementaba en los momentos de llevar a cabo las reuniones en las que planificaban los hechos delictivos, encuentros a los arrestados acudían utilizando embarcaciones particulares, desplazándose incluso en varias ocasiones durante un mismo día.
De esa forma trataban de evitar los medios de transporte público, eludiendo dejar rastro de sus datos personales en las compañías de transporte.
La primera fase de la investigación se desarrolló en agosto del 2020, cuando la organización criminal preparaba el transporte de droga a bordo de una embarcación, la cual fue intervenida en el puerto deportivo de Ceuta con casi 600 kilos de hachís.
Tres meses más tarde, los investigados planificaron un nuevo transporte de estupefaciente empleando una embarcación de recreo, la cual fue interceptada en el puerto deportivo de Sotogrande, en San Roque (Cádiz), cargada con una tonelada de hachís.