La tecnología está impulsado el desarrollo de los juegos de azar. El proceso de digitalización, en el que se encuentran inmersos muchos sectores, está propiciando que juegos tradicionales con los que ocupamos nuestro tiempo de ocio estén evolucionando hacia una versión absolutamente digital, como sucede con la ruleta de 888. Esta versión online de la ruleta está captando nuevos jugadores, especialmente aquellos que son más digitales y también atrayendo a otros que ven las ventajas de tener una versión digital de un juego tan tradicional que, pese a los avances de las tecnologías, es capaz de mantener su esencia.
Los juegos de azar, no sólo la ruleta, viven una edad dorada. Las tecnologías les han abierto una puerta enorme a las nuevas generaciones, mucho más digitales, por lo que demandaban una versión online de estos juegos o, de lo contrario, caerían en desuso. En consecuencia, cada vez hay más plataformas que ofrecen este tipo de juegos tradicionales con una versión online, y no siempre es necesario pagar algún tipo de cuota para participar y disfrutar de un buen entretenimiento.
Esto sucede con la ruleta, un juego capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Porque no piensen que la ruleta es un juego de nueva creación. Ni mucho menos. La ruleta es un juego de azar que proviene de tiempos de la Edad Media y que ha sido capaz de subsistir en el tiempo, convivir con todo tipo de generaciones y presentarse en plena Edad Digital con un futuro más que prometedor. Decimos que estamos ante un juego de azar de orígenes prehistóricos porque los primeros documentos encontramos por los historiadores así lo aseveran, aunque ni mucho menos puede descartarse unos antecedentes mucho más antiguos.
La ruleta fue un invento del siglo XVII, cuando el inventor francés Blaise Pascal creó un juego con unas normas similares a las actuales, en donde todo depende del azar. En la ruleta, en cualquiera de sus versiones, la suerte desempeña un protagonismo esencial, puesto que no hay estrategias que valgan como sucede en otros juegos, especialmente si nos referimos a los naipes. Ni tampoco se requiere que los jugadores completen una curva de aprendizaje sobre las reglas y demás cuestiones que hacen que un jugador sea un profesional o un simple aficionado a ese determinado juego de azar.
La esencia de la ruleta es sencilla, manteniéndose, prácticamente, inalterable desde esa época de la Edad Media. Blaise Pascal, su inventor, era de profesión matemático y creó este juego con 36 números, a excepción del cero; todos estos números contaban con las mismas probabilidades de salir elegido por el azar, otorgando el premio a aquellas personas que apostase por ese número ganador. En esa selección, a modo de curiosidad, queda excluido el cero, aunque posteriormente fue incluido. Esto sucedió en 1842, cuando hermanos Blanc añadieron el número cero a la ruleta o, lo que viene a ser, crearon la denominada versión europea de la ruleta. Blaise Pascal, como buen francés, había dado el nombre a su invento de ruleta francesa. Y años más tardes, ya con el cero como número válido, surgió la versión americana, aunque ésta puntuaba el doble cero.
Desde estos prehistóricos comienzos, y salvo determinados cambios casi insignificantes, este juego de azar ha conservado su esencia, una mecánica de juego muy sencilla y que, al contrario que ha sucedido con otros diferentes juegos de azar, le ha favorido en su perdurabilidad. De hecho, estamos ante un juego muy popular y ampliamente conocido en los cinco continentes. No hay casino en el mundo que no cuente con más de una ruleta en sus instalaciones. Ni tampoco existe ahora una plataforma digital de juegos de azar que no ofrezca a sus visitantes el poder tirar de la ruleta, ya sea en su modalidad francesa, europea o americana.
La ruleta es digital
A finales de la década de los años noventa, con ese incipiente desarrollo de las tecnologías, la ruleta se adentró en una nueva ruleta: su versión online, más digital, más adaptada a los tiempos, a los deseos de las nuevas generaciones. La ruleta, juego por antonomasia en cualquier casino que sea de un cierto prestigio, se adentró en las plataformas de juegos de azar online. Pese a esta adaptación a los tiempos digitales, la ruleta ha mantenido sus señas de identidad, aunque se ha convertido en una opción de ocio más accesible y cercana a todas las personas. Es decir, se puede jugar a la ruleta en cualquier momento y desde cualquier lugar siempre y cuando haya conexión a la red. Y desde un ordenador, tableta o teléfono móvil.
Esta digitalización permite a cualquier persona hacer girar la ruleta de manera virtual, como si estuviera sentado frente a ella; permitiendo, además, jugar a cualquiera de las versiones más conocidas de este juego de azar: la ruleta europea, francesa y americana. Estos tres tipos más tradicionales de ruleta comparten protagonismo con la nueva versión de este típico juego de siempre: la online. Eso sí, ya saben, es cuestión de hacer girar la ruleta y esperar a que la bolita caiga en el número o color elegido previamente. En cualquier caso, las instrucciones de juego son las mismas y las probabilidades de éxito tampoco varían de una manera excesiva si comparamos estos tipos de ruletas. Lo que sí es, prácticamente, idéntico es la sensación de jugar, aunque haya una cierta distancia física. Son beneficios de la realidad aumentada.
Finalmente, otro aspecto que ha crecido a la par que la digitalización de la ruleta es la seguridad del juego. Se acabó ese mito de ruleta trucadas. Asimismo, la seguridad de los datos de los usuarios es un factor muy cuidado por cualquiera de las plataformas online que ofrecen juegos de azar. De hecho, estas empresas invierten una gran cantidad de dinero en velar por la seguridad de los datos personales y bancarios de sus clientes al tiempo que implementan muros de seguridad para que nadie pueda manipular el buen trascurrir de los diferentes juegos de azar que se ofrecen, más allá del mencionado mito de la ruleta.