La mitad de los juguetes europeos, incluidos españoles, no pueden considerarse completamente seguros, según un análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios. La OCU ha hecho un estudio sobre la seguridad de los juguetes.
En concreto, analizaron 77 juguetes adquiridos en el mercado europeo, de los que 23 provenían de comercios españoles.
La conclusión es que sólo 43 de ellos pueden considerarse totalmente seguros. De los comprados en España, sólo 11 de 23 juguetes no presentan ningún riesgo para los niños.
Los resultados evidencian “la inseguridad de numerosos juguetes y su falta de conformidad a la ley (defectos de etiquetado, elementos peligrosos, ruido estridente, sustancias tóxicas, etc.)”, afirma la OCU en una nota de prensa difundida ayer.
El estudio –añade– ha sido remitido a los fabricantes, que han reaccionado de diferente modo: algunos han retirado los juguetes peligrosos, otros han facilitado certificados de sus juguetes incompletos o contradictorios o han buscado excusas inconsistentes.
La OCU ha trasladado los resultados del análisis a la Comunidad de Madrid y al Instituto Nacional de Consumo para que, tras las comprobaciones que sean necesarias, retiren del mercado cualquier juguete que pueda poner en peligro la seguridad de los niños.