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Cádiz

Coto a las casas de apuestas: “Es un asunto serio”

A Cádiz le sigue ahora Chipiona en la adopción de medidas restrictivas. Los vecinos, no obstante, piden cierres porque crean problemas graves

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  • Cádiz y Chipiona ponen coto ya a las casas de apuestas. -

El Pleno del Ayuntamiento de Chipiona aprobó inicialmente el pasado 17 de septiembre la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para restringir la implantación de salones recreativos, salones de juegos y casas de apuestas de los centros educativos, formativos, deportivos sociales y culturales. El municipio sigue de este modo la línea marcada por Cádiz, cuyo Gobierno local ha impulsado, con el apoyo de todos los partidos salvo el PP, que se abstuvo, una regulación pionera en Andalucía para este tipo de locales, estableciendo un cordón sanitario de 500 metros.

El presidente de la Asociación de Vecinos Segunda Aguada, Antonio Peinado, ha valorado la iniciativa, pero pide “más compromiso”. En esta zona de la capital, hay ya un establecimiento en funcionamiento y, en la misma calle, con solo unos números de diferencia, está previsto que abran sus puertas otros dos más.

Este viernes, el tejido asociativo del barrio distribuyó a los medios un comunicado en el que mostraba su “total rechazo” a este tipo de negocios “que genera enfermedades como la ludopatía, así como problemas sociales y económicos”. “La falta de expectativas de la juventud y la precariedad es caldo de cultivo para las falsas promesas de dinero fácil que promueven estas empresas”, advierte el texto, que recoge, además, las demandas de equipamientos públicos que precisan los vecinos.

Con idénticos argumentos, Alcalá del Valle se movilizó a finales del año pasado para impedir la apertura de una casa de apuestas. También en Algeciras se ha registrado un fenómeno similar.

El movimiento vecinal evidencia que las medidas tomadas por el Ejecutivo autonómico, con la convalidación del Decreto-Ley 6/2019, aprobado el 9 de enero de 2020, es insuficiente, en opinión de Francisco Abad, presidente de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Fajer).

Abad plantea la necesidad de ordenar horarios de apertura que no coincidan con horarios lectivos con ánimo de proteger a los menores de edad e invertir en prevención y concienciación, por medio de las propias administraciones y a través de las entidades sin ánimo de lucro que, solo a través de la federación, ofrecen tratamiento a 3.700 jugadores en toda Andalucía.

El portavoz de Fajer también reclama control de la actividad. Recuerda, en este sentido, que hay estudios que apuntan la importancia de alargar los ciclos de jugadas de las tragaperras, y advierte de que los jugadores pueden cobrar ahora de inmediato los premios en apuestas online, de manera que facilita el refuerzo positivo inmediato, clave para la adicción. Asimismo, es partidario de colocar información detallada en los locales sobre las consecuencias del juego, así como contactos con entidades que pueden ofrecer ayuda terapéutica.

Por su parte, Luis Bononato, presidente provincial de Proyecto Hombre, señala como riesgo, y sobre lo que hay que actuar, “la normalización del juego, con empresas de apuestas que patrocinan a equipos de fútbol o el uso de líderes deportivos o artistas de referencia para publicitar la actividad”. “La banalización, en definitiva”, agrega.

Y, en segundo lugar, apunta la accesibilidad como amenaza: con los dispositivos móviles, no hay horarios ni restricciones de ningún tip; con casi 90 establecimientos en Cádiz, es relativamente fácil caer en la tentación. Bononato advierte de que “detectamos más casos entre los jóvenes que entre los adultos”.

De manera que el perfil común de usuario de los servicios de Proyecto Hombre tiene entre 18 y 25 años, adicto a la ruleta y videojuegos online, o en torno a los 40, siendo este un jugador presencial cuya ludopatía va acompañada de consumo excesivo de alcohol, cannabis y/o cocaína.

Es un problema creciente muy serio, “pero no podemos quedarnos en la queja, la vergüenza o el miedo”, añade. Hay que estar atentos a las señales, como, entre menores, faltas a clase o retraso en la llegada a casa y, en general, permanecer demasiado tiempo concectado a internet, dejar de relacionarse en el ámbito intrafamiliar o la asunción de deudas. “Es importante remarcar, en cualquier caso, que hay que dar el paso para salir de la adicción, que es importantísimo pedir ayuda profesional y que se puede superar”, concluye.

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