El hombre español es hoy más sensible, más afectivo que sus mayores y, aunque no es sentimental.
El hombre español es hoy más sensible, más afectivo que sus mayores y, aunque no es sentimental, tampoco le da vergüenza mostrar sus sentimientos en público. Es más femenino en cuanto a forma de ser, actitudes y conductas pero,
eso sí, por nada del mundo renunciaría a la cañita, el fútbol o la partidita con los amigos.
Este es, a grandes rasgos, el retrato robot del hombre español del siglo XXI, un hombre que no supera los 45, que es más abierto y sencillo que sus padres y abuelos, más equilibrado emocionalmente, también más inmaduro aunque con mayor sentido del humor, con una rebeldía -”la llamada de la selva”- que le es propia y que a ellas, al parecer, les sigue gustando.
A estas conclusiones ha llegado un estudio sociológico que, por encargo de una marca de cerveza, la bebida que sigue siendo la preferida de los españoles.