Diversos colectivos pusieron ayer de manifiesto que en la guerra contra el sida no se puede bajar la guardia, ya que la relajación en la prevención y el fantasma de la crisis económica pueden provocar un repunte de casos.
Por eso, un año más, la campaña del Día Mundial del Sida, una efeméride que cumple su vigésimo aniversario y que este lunes volvió a lucir su característico lazo rojo, invita a seguir trabajando con el lema: “Actúa. Detén el sida. Unidos podemos”.
La Plataforma Sida y Desarrollo, de la que forman parte Ayuda en Acción, Cruz Roja Española y Médicos Mundi, entre otras ONG, ha asegurado que, aunque los fondos para la lucha contra el VIH han crecido “enormemente”, sería necesario incrementarlos en un cincuenta por ciento para alcanzar el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo de los enfermos.
Félix Fuentenebro, presidente de esta organización, señaló ayer en una rueda de prensa que en 2007 se destinaron a este fin 10.000 millones de dólares, lo que supone un incremento de un doce por ciento con respecto al ejercicio anterior y multiplica por diez los fondos disponibles al comienzo de la década.
Sin embargo, ha subrayado que el patrón común de los estados donantes es de “reducción o congelación de la ayuda” destinada a este fin, algo que se verá agravado “por el contexto de crisis económica global, que continuará en los próximos años”.
Fuentetenebro ha hecho hincapié en que, cuando los países “se relajan” en las políticas para fomentar la prevención y la investigación sobre el sida, la epidemia comienza a crecer.
Por su parte, el doctor en Biología Molecular Eduardo López-Collazo ha advertido de que en los últimos años el número de casos de sida se ha incrementado un 10 por ciento, hasta alcanzar a más de 33 millones de personas –150.000 de ellas en España–. El experto ha incidido en que casi el ochenta por ciento de las nuevas infecciones entre los años 2003 y 2007 se han debido a relaciones sexuales sin protección. “Estamos ante una bajada de la guardia”, ha enfatizado.
En el periodo 2003-2006, de los 4.280 nuevos diagnósticos de infección por VIH notificados por ocho comunidades –en las que existe un registro sobre la enfermedad–, el 31,2% se contagió a través de sus practicas homosexuales, un porcentaje que era del 26,4% en 2003.
Por otra parte, los inmigrantes suponen casi un veinte por ciento de las personas que tienen sida en España y las autoridades sanitarias prevén un aumento en los próximos años, ya que el 34% de los nuevos infectados de VIH pertenece a este colectivo.
Discriminación y estigma, los obstáculos
Veinte años después de celebrarse por primera vez el Día Mundial contra el sida se han dado grandes avances en los tratamientos para la enfermedad y se ha reducido la mortalidad, pero la discriminación y el estigma contra las personas infectadas sigue vigente.
Y ese es precisamente uno de los factores clave que impide el acceso universal a los tratamientos antirretrovirales capaces de dormir el virus y que hará muy difícil de cumplir el compromiso asumido por la comunidad internacional de proporcionar prevención, ayuda y tratamiento universales en 2010, según la alta comisaria de Derechos Humanos, Navi Pillay.
“Un tercio de los países del mundo todavía no tiene leyes para proteger a las personas que viven con el VIH, y en la mayoría de ellos sigue habiendo discriminación contra mujeres, homosexuales, trabajadoras del sexo, drogodependientes y minorías étnicas”, afirmó Pillay.
Casi 33 millones de personas viven con el virus del sida, pero dos tercios de ellas, especialmente en África, no tiene acceso a tratamientos.