La onomástica de San Antonio de Padua no pasó desapercibida para los arcenses el pasado martes. El 13 de junio, festividad del santo, el barrio de San Francisco fue testigo de la salida procesional de la imagen, que tuvo lugar después de una emotiva eucaristía presidida por el párroco Jorge Manrique y tras el reparto del tradicional Pan de San Antonio. La misa contaría con la intervención del coro litúrgico de la hermandad.
Como suele ocurrir pese al calor, la procesión discurrió con un amplio acompañamiento, comenzando por el Ayuntamiento representado por su alcalde, Isidoro Gambín, y el teniente de Alcalde y delegado Manuel Garrucho, así como de la práctica totalidad de las hermandades de Arcos y, en particular, de las del templo franciscano. Igualmente, fue muy importante la presencia de la juventud cofrade arcense. Los hermanos lucieron estandartes de sus corporaciones y los niños que lo desearon pudieron vestir de monaguillo o acólito delante del paso, luciendo en muchos casos el hábito de la procesión del Martes Santo.
San Antonio apareció con su hábito marrón y sobre un manto de flores blancas y amarillas que adornaron su paso con motivos primaverales. Puso música a esta escena la banda municipal Vicente Gómez Zarzuela.