En las horas previas a la salida de la cabalgata de Reyes Magos Sus Majestades ya dejaban constancia de sus buenas sensaciones para el encuentro; buenas porque, en primer lugar, se había logrado el objetivo de reunir toda la ayuda necesaria para sacar adelante el proyecto. Y, en segundo, porque el día acompañó con un ambiente casi primaveral. En fin, que se unieron todos los ingredientes para que Arcos que disfrutara de una buena cabalgata.
Nueve fueron las carrozas que compusieron el cortejo real, entre ellas las tradicionales con la escena del Nacimiento de Cristo y las molineras del último Carnaval, y por supuesto los tres tronos de los Reyes y otras plataformas dedicadas a los personajes del mundo de la animación que tanta ilusión despiertan entre los pequeños.
Desde luego, los Reyes se deshicieron en detalles no sólo durante la cabalgata, ya que horas antes habían visitado a los mayores del residencial Lago de Arcos y a los ancianos de La Caridad y San Juan de Dios, a los que acercaron algunos presentes. Del mismo modo, pero ya dentro de la cabalgata, Sus Majestades no pararon de lanzar caramelos, balones de reglamento y de plástico y miles de pequeños juguetes. Y es que la despensa real ha dejado este año más de 9.000 kilos de caramelos con los que endulzar un poco más la vida de pequeños y mayores.
La cabalgata partió en torno a las cinco de la tarde desde la plaza de La Caridad, tomando por Pérez Galdós hacia la plaza Modesto Gómez, para, a continuación, adentrarse en el casco antiguo Puerta Matrera arriba bajo unas fuertes medidas de seguridad. En este sentido, el dispositivo ha estado compuesto fundamente por efectivos tanto de Protección Civil como de la Policía Local, aunque también la Guardia Civil, los bomberos y equipos sanitarios completaron el dispositivo acordado días antes en la reunión de la junta local de seguridad.
Así, el desfile discurrió por el centro urbano de Arcos hasta alcanzar la barriada de la Paz, donde tocó fin un hermoso día para los niños y especialmente para los Reyes, que, como explicaban momentos antes de la cabalgata, estaban viviendo la experiencia de sus vidas. Y eso, sin duda, es la mejor recompensa junto al hecho de hacer felices a cientos de niños con su única presencia en las calles.
Antes, los Reyes disfrutaron de una preciosa convivencia en la Posada del Duende, donde se vistieron para la ocasión, fueron maquillados y preparados para la cabalgata junto a sus pajes. Las principales autoridades municipales acompañaron a los Reyes y sus respectivos equipos en un encuentro ya tradicional donde el buen humor y el buen rollito acaban imponiéndose a los avatares del día a día.
Cabe recordar una vez más que los Reyes de este año en Arcos han estado encarnados por los desempleados Juan Carlos Morón y Juan Carlos Aguirre como Melchor y Baltasar –su elección fue por votación popular a través de la web del Ayuntamiento, mientras que la designación de Catalina Gutiérrez como rey Gaspar fue un nombramiento directo de la Junta de Gobierno local. En este último caso, se trata de la directora del colegio La Salle, con lo cual el Ayuntamiento ha querido respaldar una vez más el hecho del cincuentenario fundacional del centro educativo que se ha celebrado a lo largo de 2016.
