Las obras ejecutadas por el Ayuntamiento isleño ascendieron a130.024,67 euros de forma que se urbanizó la parcela, con un proyecto que contó con el visto bueno de la Asociación de Vecinos Prolongación Santa María.
De la obra nacieron 36 plazas de aparcamiento en batería, la apertura de una nueva calle entre Prolongación Santa María y la avenida Pery Junquera y la ejecución de un nuevo acerado perimetral para evitar futuras humedades en los bloques de la barriada.
El Ayuntamiento reservó parte de un terreno para edificar un local social, pero junto a la zona urbanizada, quedó un amplio terreno que va desde los bloques de Santa María hasta el transformador de luz de la calle San José y San Antonio, donde los vecinos tienen que meter sus pies en fango o agua, dado que el agua de lluvia se acumula por los desniveles que tiene el terreno.
Los vecinos son conscientes de la necesidad de un presupuesto acorde para urbanizar la parte que queda, pero estiman que hay medidas provisionales.
Medidas provisionales
Los conductores que estacionan en este terreno creen que hay soluciones como nivelar el terreno o echar algún producto secante que permita el tránsito, “algo así como lo que echan en las obras de la calle Real”, señalaba un usuario del aparcamiento.
La falta de aparcamiento en la barriada hace que muchas personas busquen las nuevas plazas de aparcamiento del terreno de prolongación Santa María y que accedan al terreno colindante, ubicado junto a la rotonda que da paso al puente de la Casería, en la misma avenida de Pery Junquera. De momento, los vecinos sufren un terreno en malas condiciones por el fango y el agua.