Miren que ya uno peina muchas canas y deja de sorprenderse a la edad de cuarenta y siete años de muchas de las cosas que suceden en este mundo de locos en el que vivimos. Yo creía que en redes sociales ya lo había visto todo, hasta la amenaza de muerte velada que hace años se me hizo simplemente por mis ideales de sociedad.
Pero, en estos días, estoy atónito con las noticias que están sucediéndose en los medios de comunicación con respecto a un jugador de la Selección Española de Fútbol, en concreto, como ya se habrán hecho una idea, me refiero a Álvaro Morata.
Yo pensaba que si un jugador de fútbol puede no estar acertado en algún momento se le debe prestar apoyo por parte de su afición, incluso la crítica que se le haga puede ser positiva para que este jugador pueda reaccionar y hacer cambiar la opinión pública que se tenga sobre él.
Pero no, una vez más, en las dichosas redes sociales, se le ha crucificado. No se le ha dado opción para la demostración de que se trata de un jugar más que valioso en el plantel que está jugando la Eurocopa.
Lo que resulta intolerable es que incluso haya recibido burla y amenazas de muerte su entorno familiar. Esto no se puede consentir y nos da una muestra más que palpable del mundo en el que vivimos totalmente carente de valores y de educación.
Ya se lo he comentado varias veces a través de esta tribuna semanal. Lo que se escupe en las redes sociales sale barato a quienes realizan este tipo de actividad totalmente deplorable. No hay una condena firme al respecto al considerarse en muchos casos libertad de expresión lo que es una auténtica barbaridad.
Por ello, animo a Morata, a su familia, a que no se conforme. El hecho de ser famoso y deportista de masas no debe conllevar que se tengan que aguantar ese tipo de situaciones. Entre otras cosas porque podemos estar ante actitudes obsesivas de cualquier perturbado. ¿Quién garantiza que ese energúmeno no pueda hacer algo contra la familia del jugador? Todos los días nos cruzamos con gente que no está en su sano juicio y podemos ser victimas de una situación muy grave del que debemos siempre estar protegidos por nuestro estado de derecho.
Insto nuevamente al cambio de normas para evitar que este tipo de cuestiones sean confundidas con libertad de opinión. No es simple expresión, son en muchos casos amenazas que nuestro Código Penal debe condenar de una manera ejemplar.
Tras el gol contra Croacia que abrió la victoria en la prórroga para clasificarnos para cuartos de final todo esto se habrá tranquilizado un poco pero no debemos olvidar que el daño está hecho y que la Justicia debe actuar para preservar la seguridad y el honor de un jugador que simplemente ha hecho eso, jugar al fútbol, con mayor o menos acierto pero siempre defendiendo nuestro país en esa competición internacional.
Un poquito de cordura, que sólo es un deporte. Dejémonos de aspavientos y exageraciones y, sobre todo, dejémonos de hacer daño gratuitamente.
