La pandemia se ha cobrado la vida, a sus 81 años, del responsable de conquistar una década antes el mercado parisino que las grandes marcas de moda japonesa como Yohji Yamamoto y Comme des Garcons, abriendo así camino a las marcas japonesas que estaban por llegar.
El gran Kenzo Takadam diseñador de moda, fragancias, cosméticos y complementos, combinó el color y la esencia de su país de origen Japón con tanto éxito que inundó millones de closets. Diseñó su primera colección en 1970 y fundó la marca por la que fue conocido con su primer nombre, Kenzo.
A este genio artístico la vida le golpeó duramente a principios de los 90 a nivel personal, viviendo así su peor etapa a causa del fallecimiento de tres personas muy importantes para él -su pareja, su madre y mano derecha artística-. A esto se le sumó la traición por parte de su socio empresarial, sumiéndolo en una gran tristeza.
Dicen que las desgracias nunca vienen solas, por ello rompió con todo, llevándolo en 1993 a tomar la decisión de vender la marca al gigante del grupo de lujo LVMH. A día de hoy su esencia sigue viva en Kenzo, una marca impregnada de color, su optimismo, entusiasmo y originalidad.
A pesar de haberse retirado en el año 99, siempre se mantuvo activo, creando en enero de este mismo año K3, una línea con la que se centraba en la decoración de interiores: grandes estampados a todo color de clara inspiración oriental e interiores lujosos.
Señor increíblemente creativo, de aspecto cuidado con su corte de cabello a lo garçon evolucionando con el paso del tiempo y sus gafas de pasta, señas de identidad inconfundibles.
Revolucionó la moda con sus estampados, su vivo colorido, aunando y fusionando dos mundos, oriente con occidente, llegando a crear estampados icónicos como el león visto en sudaderas y camisetas. Y ahora también podéis ver uno de sus vestidos en la nueva serie de Netflix ‘Emily en París’.
Gracias Kenzo por alegrar y aunar dos culturas tan diferentes, reflejando tus experiencias, vivencias, sentimientos y viajes.