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Preocupación entre los padres y madres del María Espinosa

Las obras que deben continuarse están paralizadas desde hace veinte días...

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El nuevo colegio María Espinosa, que con todas las prisas del mundo se abrió a principios de septiembre para poder dar cobertura a los cientos de niños allí matriculados, vuelve a ser noticia debido a que las obras que deberían continuarse, hasta la conclusión del proyecto, se han paralizado y los plazos fijados y señalados a los padres sobre la conclusión de los trabajos -finales de octubre- no se van a cumplir.

Según ha podido saber esta redacción, la paralización de las obras, por orden del ente público de Infraestructuras y Servicios Educativos (I.S.E.), se produjo hace alrededor de veinte días, ya que se deben analizar los trabajos que se han realizado bajo el terreno donde se ubica la pista polideportiva y el futuro gimnasio. Este hecho, con el que en un prinicipio no se contaba o nadie comentó que así pudiera ocurrir, ha alarmado a los padres y madres de los niños escolarizados, que han empezado a cuestionar si los trabajos en el colegio se han acometido, siguiendo todas las medidas de seguridad pertinentes, dada la complejidad del suelo sobre los que se ha construido el centro, se han llevado a cabo con las garantías oportunas.

No se cumplen los plazos

Las obras del C.E.I.P. María Espinosa tendrían que haber concluido, según manifestó el director del I.S.E en su visita del pasado 2 de septiembre a la localidad, este mes de octubre. Pero el mes de octubre ya es historia y, lejos de que estén terminados los trabajos, el panorama es desolador.

Sin trabajador alguno desde hace tres semanas, el centro educativo continúa teniendo la misma imagen que el día en el que comenzaron las clases. Y ahora, con el temor de los padres ante la paralización de las obras por las sospechas del I.S.E., que tiene que analizar y contrastar los trabajos ejecutados hasta la fecha.

Desde el centro se ha lanzado un mensaje de tranquilidad, dirigido a los padres, y se asegura que ni la Consejería de Educación ni la propia dirección del colegio permitirían que los alumnos y el profesorado acudieran diariamente al centro si existiera algún indicio de peligro, algo que parece una obviedad.

No obstante, los reiterados retrasos en la fecha de finalización de las obras y las prisas en la ejecución, han provocado una serie de irregularidades y molestias al alumnado, que no sólo comenzó mucho más tarde que el resto de centros del municipio, tanto el aula matinal como el comedor, sino que además padecen a diario las consecuencias de estas obras inacabadas.

A medio terminar

El curso comenzó con trece aulas funcionando, del total de dieciocho con que contará el centro en el futuro, cuando esté totalmente terminado. Los niños de infantil no pueden salir al patio, construido específicamente para ellos, porque no se considera seguro por parte de la dirección, tal y como explicó a los padres el día antes del inicio del curso escolar en una jornada de puertas abiertas. El motivo: la valla protectora, a pesar de tener la altura reglamentaria, se ha realizado de tal modo que para los niños sería muy fácil trepar por ella, y se trata de una planta alta, con el consiguiente peligro para los menores.

Los niños tampoco pueden salir a unos pequeños patios que tiene cada clase de Infantil porque, igualmente, tienen algunos elementos peligrosos, como unos pivotes verticales de metal que separan entre sí el espacio de cada aula, o una especie de recoveco bajo el suelo de hormigón en el que los niños pueden introducirse sin mucho problema. Así, el recreo lo hacen en el patio de primaria, que lejos de estar terminado tiene todo el pavimento cubierto de arena y gravilla.

Sensación de estar en obras

Los alumnos salen del centro con "los zapatos llenos de arena, la ropa y hasta la cabeza", según se lamentan las madres a las puertas del colegio. Además cualquier leve caída es un rasguño o herida seguro. A todo ello hay que sumar que el suelo de algunas aulas se ha levantado, por increíble que parezca, hay pomos en las puertas más instalados, y muchos remates por acometer.

Desde el I.S.E. se ha garantizado a la dirección del centro, tras la paralización de las obras, que se enviaría una nueva empresa para ir puliendo todos estos problemas con los que todavía cuenta el centro educativo. No obstante, a día de hoy, todavía no se sabe nada al respecto y las sensaciones de los padres no son nada optimistas.

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