Si a comienzos de la década de los 90 a José Ángel Ziganda y a Ernesto Valverde les unió la camiseta rojiblanca del Athletic para buscar un destino común que era el gol, en los finales de la primera década del siglo XXI al Cuco y al Txingurri les une el infierno de los banquillos, ese que no sabe del trabajo del día a día, de las noches en vela, de los análisis de los rivales, de las vueltas de tuercas a la cabeza en busca de soluciones, de horas y más horas de dedicación, de intento de controlar el vestuario, sino que únicamente sabe de resultados y los resultados han colocado a estos dos amigos, a estos dos gladiadores de las áreas contrarias en sus tiempos de calzones cortos, otra vez unidos en un mismo destino, aunque en esta ocasión ese destino podría estar destinado sólo para uno, para el que esta tarde de sol, fútbol y sufrimiento salga derrotado junto a su equipo. El técnico que hoy no sea capaz de saborear el triunfo con sus jugadores puede terminar siendo cesado horas después. Y es que en el fútbol mandan las prisas, no hay tiempo para rectificar porque el tiempo se acaba y la paciencia es corta, sobre todo porque los resultados te mandan al infierno más pronto que tarde.
Con las urgencias del triunfo llegan Villarreal y Xerez, Xerez y Villarreal esta tarde a Chapín. Son los dos únicos equipos que han llegado a la jornada séptima sin haber conseguido un solo triunfo. Dos empates los xerecistas y tres los villarrealenses. Cuatro choques perdidos por los azulinos, tres por los amarillos. Un único gol, y de aquella manera, marcado por los locales y cuatro por los visitantes. Sólo el Tenerife, con tres tantos, está entre uno y otro compartiendo el triste honor de ser los equipos menos realizadores de la Liga. Cuatro goles más que Diego López ha encajado Renan. Doce tantos en el debe defensivo del Xerez y ocho en el del Villarreal.
diferencias abismales
Números parejos en la tabla, aunque muy distantes en lo que hace referencia al potencial económico. El Villarreal, equipo que se ha asentado en la Primera y que sale con el objetivo de Europa, tiene un presupuesto de 70 millones de euros - superior curiosamente al de su propio Ayuntamiento- mientras que el del Xerez no se sabe bien, porque aquí no se sabe nada de forma oficial, está en torno a los 18 ó 20 millones de euros. La diferencia es abismal, porque estamos hablando de un presupuesto de más de 10.000 millones de las antiguas pesetas, a otro de poco más de 3.000.
También hay un mundo a nivel institucional entre un equipo y otro. El Villarreal es une quipo completamente asentado en lo económico y en lo social, gracias a la fuerza crematística de su máximo accionista, y el Xerez es una sociedad en plena convulsión.
No obstante, lo único claro es que sobre el campo van a ser once contra once. La ilusión del Xerez por lograr el primer triunfo debe ser superior a la presión por alcanzar ese objetivo. La presión la debe tener un Villarreal hecho para gallear en cabeza y que sin embargo está el penúltimo en el gallinero.
los equipos
Y para ganar al Villarreal el Xerez cambiará otra vez de sistema táctico, tras el 4-1-4-1 y el 4-2-3-1, ya que desde principios de semana ha probado con tres centrales y dos laterales, y usará un 5-4-1.
El técnico azulino sabe que el Villarreal es con el Barça el equipo que tiene más porcentaje de posesión de balón de la liga, por lo que el arma del Xerez para contrarrestar al submarino amarillo será el contraataque.
Para el partido ante el Villarreal, Ziganda ha dejado fuera de la convocatoria a Giancarlo Maldonado y Fabián Orellana, que sólo han realizado un entrenamiento con el equipo tras llegar este viernes después de jugar con sus respectivas selecciones las eliminatorias de clasificación para el Mundial de Sudáfrica.
En las filas contrarias, el Villarreal también busca la primera victoria en el campeonato de Liga y lo hace enfrentándose al único equipo con peores registros que los suyos, por lo que los castellonenses están obligados a buscar tres puntos que lo saquen de una zona en la que en un principio no estaba llamado a estar.
El partido pasa por ser, sin duda, clave para el futuro del técnico Ernesto Valverde, ya no sólo por una posible destitución, sino para acabar con un dinámica negativa ya que desde Villarreal se confía en la reacción en las tres próximas jornadas. Una derrota en Jerez dejaría al Villarreal como último clasificado de Primera División, una circunstancia que no se da desde hace una década, concretamente desde la primera jornada de la temporada 2000-2001.
Para este partido, Valverde recupera finalmente a jugadores como Joan Capdevila o Santi Cazorla, quienes a lo largo de la semana fueron duda, por un fuerte golpe en las costillas y problemas musculares, respectivamente. Por ese motivo ha convocado a 19 jugadores entre los que no figuran el lesionado Ibagaza.