El buen uso y disfrute y la cantidad de visitas que está teniendo el parque saludable de La Puntilla, está haciendo que el área de Medio Ambiente baraje otros espacios ubicados en la ciudad como centros igualmente saludables. Por ello los técnicos estudian la viabilidad de una nueva ubicación en el parque del Vino Fino, es decir, en la Zona Norte, debido a que hay gran reclamo por parte de la ciudadanía de este lado de la ciudad.

La edil de Medio Ambiente, Beatriz Fuentes, asegura que “el de La Puntilla tiene muchos seguidores y es maravilloso”, además por el momento no está sufriendo actos vandálicos, que era el temor que tenían los vecinos y usuarios. Es una realidad que “funciona bastante bien y ha tenido gran aceptación, por ello debemos dar las gracias a Caja Granada”, entidad bancaria que fue quien impulsó, gracias a la obra social, esta iniciativa, así como también colaboró para que se pudieran colocar los juegos infantiles de la plaza Pepe Jerez, en El Tejar.

“Me encanta este parque, primero porque está al lado de la playa y segundo, porque ayuda a que no me quede postrada en una silla. Me viene muy bien para las articulaciones”, dice una usuaria, Encarna Corral. “Nos venimos unas horas por las mañanas. Venimos andando, hacemos ejercicio y volvemos en autobús”, asegura su amiga, Luisa Pérez.

Con todo, ya hay proyectos de similares características en marcha. Por poner un ejemplo, Fuentes nombra el parque que se está llevando a cabo en el Coto de la Isleta y que está previsto que se pueda inaugurar el próximo mes de septiembre.

Por otro lado, la edil popular recuerda que hay otros dos espacios verdes más en construcción. Gracias a los fondos FEIL (Fondos Estatales de Inversión Local) se están desarrollando dos proyectos, uno en Valle Alto y otro en El Águila. Debido a la petición realizada a lo largo de los años por los vecinos de uno y otro barrio, el equipo de Gobierno decidió que eran dos zonas que no contaban con parques, por lo que han sido las zonas elegidas. Con todo, Barrio Alto sigue reclamando una plazoleta donde los niños también se puedan reunir, como ocurre en todos los barrios portuenses.