Han sido dos semanas de mucho trabajo, de mucho estrés pero también una sensación muy gratificante por los momentos compartidos con todas las personas que han hecho posible lo que ayer sucedió. La antesala, el colaborar con el pregón, el traslado, los cultos, los diferentes cambios de vestimentas a la madre del Carmelo, el poder contar siempre con amigos que recen cantando desde un balcón, el cariño del director de una banda, el pensar y el imaginar. Desarrollar mil ideas alrededor de la madre de Dios y ver el resultado de ayer con tantos portuenses en las calles, me hace pensar que nuestra ciudad vive, que sólo debemos ofrecerle un trabajo bien hecho con cariño, con dedicación y eso me hace estar aún más ilusionado porque si uno, desde un punto de vista personal puede entregarse por entero a esta festividad, contando plena y abiertamente con una ayuda municipal hace que todas las ideas y todos los proyectos que tengo para engrandecer la festividad de la Virgen del Carmen se multipliquen por mil.
Realmente estoy convencido de que se puede mejorar mucho, y también convencido del cariño de todo el mundo pero yo podría aportar toda la experiencia y todo el desarrollo de mi trabajo, el cual en estos días se ha retroalimentado pensando en una unión del barrio marinero con el centro. Una mayor difusión y protagonismo de zonas claves como son Puerto Sherry y el Real Club Náutico con sus embarcaciones, volver a integrar a toda la ribera con su amor a la virgen marinera, aquella que reside en el Espíritu Santo, porque así la festividad del Carmen atravesaría toda la ciudad, su entrada, el centro y toda la costa de sus playas, el engalanamiento del recorrido de la procesión y del muelle pesquero, de la barriada del Carmen, con colgaduras, elementos efímeros, gallardetes, tribunas etc. Siempre contando con la aprobación de la Junta de Gobierno de la hermandad. Se puede hacer, se puede engrandecer y yo se como hacerlo. Simplemente cuento con la fe y el cariño de la gente para que este sueño se haga realidad.
Quiero felicitar a Mar Vázquez Parra, a su gestora, a mis damas del Carmelo, a don Antonio Durán por su maravillosa labor, a mis compañeros por estar en todos y cada uno de los actos del Carmen, con creencia y con devoción y mil gracias a todos los portuenses que ayer demostraron que El Puerto es una ciudad marinera. Abramos la fiesta a toda la Bahía y a otros rincones de España, tenemos lo necesario, solo hay que saber embellecerlo y unificarlo.