Pasear por la travesía se ha convertido en un acto social

La travesía de Arcos se ha convertido en los últimos meses en punto de encuentro de muchos arcenses que acuden cada mañana o cada tarde a caminar, correr, montar en bicicleta o simplemente a pasear y charlar con los amigos.
Cada vez es más frecuente ver a numerosas personas, jóvenes, mayores y también niños, hacer algunos de los distintos recorridos de la travesía y es que los casi siete kilómetros de la misma dan para mucho.
A primera hora de la mañana o a última de la tarde la zona se convierte en un hervidero de gente, que sale de sus casas aprovechando el buen tiempo de la época estival para salir y distraerse de sus ocupaciones.
Grupos de amigas, personas mayores, deportistas e incluso familias enteras forman la variopinta concurrencia, que pasan su tiempo libre paseando por la travesía. Algunos de ellos son ya habituales en las tardes de verano y es que salir y dejarse caer por la travesía se está convirtiendo en una cita ineludible de los arcenses.
Ya sea por salud, por hacer ejercicio o simplemente por divertirse son muchas las personas de todo género y condición social, las que se dejan ver por la zona peatonal.
De hecho, la puesta en marcha de la travesía ha animado a muchos a hacer ejercicio. Este el caso de Cristina Saborido de 24 años, que ha empezado a hacer deporte hace unos meses aprovechando la facilidad que le da la nueva y extensa zona peatonal. “Antes no hacía deporte pero ahora los práctico porque la travesía me ofrece un lugar adecuado”, dice Cristina.

Demandas
En general los usuarios está muy contentos con esta infraestructura, aunque observan algunos problemas como la falta de iluminación en el último tramo a la entrada de Arcos desde Jédula. Esto limita el tiempo de uso sobre todo en invierno cuando hay menos horas de luz. Por otra parte, algunas personas demandan un servicio público durante el recorrido ya que se hace un poco largo.
Otra instalación que está teniendo muchos usuarios es el parque biosaludable para mayores, que no sólo utilizan estos y que supone un complemento perfecto para el ejercicio que se hace en la travesía. Muchas personas visitan el parque después de caminar o correr, para hacer estiramiento y utilizar los distintos aparatos con los que cuenta. Además es muy frecuente ver a niños jugando mientras sus padres se ejercitan o, incluso, utilizando las distintas máquinas.
El parque cuenta con un monitor de ayuda para las distintas personas interesadas en sus actividades, aunque durante el verano ha parado su actividad.