El comité organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas ha decidido conceder el Max de Honor 2016 a la actriz Lola Herrera por ser "una figura clave" en la historia de las Artes Escénicas, su amplia trayectoria, dedicación y compromiso con la profesión.
El comité señala en una nota que ha querido hacer público el galardón en un día tan simbólico -8 de marzo, Día Internacional de la Mujer- porque Lola Herrera "es un firme exponente de la mujer trabajadora".
La intérprete vallisoletana recibirá el galardón el próximo 25 de abril durante la gala de la XIX edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que organiza la Fundación SGAE con la colaboración de la Academia de las Artes Escénicas de España y que se celebrará en el Teatro Circo Price de Madrid.
El Max de Honor es uno de los tres premios especiales que concede directamente el comité organizador, a los que se suman otras 22 candidaturas a concurso.
María Dolores Herrera Arranz (1935) lleva en el teatro más de cinco décadas y su amplio registro le ha permitido interpretar todos los géneros, "convirtiéndose en uno de los rostros más queridos de la escena española", según la SGAE.
Sus inicios se remontan a los concursos radiofónicos de los años cincuenta, en los que participaba cantando, para luego trabajar en Radio Valladolid.
Tras debutar en el teatro profesional con "El campanero", de E. Wallace (1957), intervino en un buen número de obras de teatro retransmitidas por "Estudio 1" de TVE y en las series "Cañas y barro" y "Las viudas".
Herrera, que es también actriz de doblaje, interpretó en el cine "Función de noche", en 1981, una película autobiográfica sobre su fracaso matrimonial que realizó junto a su exmarido, Daniel Dicenta, dirigidos por Josefina Molina.
En esa película la acción se desarrolla en el camerino del teatro donde la actriz representaba "Cinco horas con Mario", monólogo de Miguel Delibes, que interpretó por primera vez en 1979 y con el que alcanzó su mayor éxito artístico y personal.
En 1989 la actriz retomó "Cinco Horas con Mario", pero tuvo que abandonar porque las emociones y sentimientos en la interpretación le ocasionaron una profunda crisis personal.
En 1996 regresó a televisión y protagonizó al lado de Arturo Fernández la serie "La casa de los líos", para Antena 3, y en 2002 en la serie "Un paso adelante".
Un año antes, en 2001, volvió a los escenarios en Valladolid con una nueva versión de "Cinco horas con Mario" que nuevamente dirigió Josefina Molina.
Después de su éxito televisivo en "Las chicas de oro" (2010), trabajó en diferentes obras de teatro como "Querida Matilde" (2011) o "En el estanque dorado" (2013), su última aparición hasta ahora.
Está en posesión de galardones como la Medalla del Círculo de Bellas Artes, Antena de Oro, TP de Oro, Ercilla de Teatro, Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, Fotogramas de Plata y Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
