Todo un éxito y van ya cinco años de recreación de un hecho histórico para el pueblo de La Peza. El fuego contra los franceses y el gran cañón fueron dos de los protagonistas de la recreación del alcalde carbonero en una tarde soleada y que acompañó a una fiesta que va camino de convertirse en de Interés Turístico de Andalucía. No en vano, este año todos los vecinos y vecinas de La Peza, municipio de unos 1.400 habitantes, recrearon ayer desde las siete y media de la tarde, el alcalde carbonero que ya se hiciera con mucho éxito en 2010, cuando se cumplían 200 años y también en 2012, 2013 y 2014. Como era de esperar, La Peza recibió la visita de cientos de turistas que, cámara en mano y con cierto miedo por los continuos “cañonazos”, no quisieron perderse tan singular evento y fotografiarse con los enemigos, los franceses.
El Alcalde Carbonero volvió a convertirse en protagonista del verano en La Peza, más de 200 años después de la batalla acontecida contra los franceses en 1810. Este sábado 22 de agosto todo el pueblo se echó a la calle para, entre ropajes y utilería propios de principios del siglo XIX, y sobre todo mucho ambiente festivo, recrear la batalla del Alcalde Carbonero tal y como la retratara Pedro Antonio de Alarcón.
Las mujeres y hombres de La Peza ataviados con ropa de la época esperoan a los asistentes. Además, este año desde las diez de la mañana hubo mercado artesanal, música y tapas tradicionales. La recreación de la batalla comenzó a las siete y media de la tarde y, a las once de la noche, verbena popular animada por Vaso Largo más DJ Dani.
El municipio de La Peza recrea este relato que para sus habitantes es seña de identidad, transmitido en la mayoría de los casos oralmente. Todos los vecinos de La Peza conocen y recrean a través de la emoción un momento de nuestra historia. Hombres y mujeres valientes defendieron su pueblo, y recordarlo supone una fiesta total. La participación e implicación de los vecinos impresiona por su generosidad y sirve como punto de interés para la comarca y la provincia y como dinamización social y cultural del municipio.
Tan fielmente tratan de recrear la batalla los vecinos que se recomendaba bajar persianas dejando las ventanas abiertas para evitar rotura de cristales, además de llevar vestimenta adecuada a la época, ambientar fachadas y poner banderas negras en los balcones. Los vivas a La Peza son continuos en una participación que se caracteriza por ser alegre y festiva entre fogonazos y escenas de batalla.
A las siete los hombres y mujeres de confianza de Manuel Atienza dan aviso de la llegada de los franceses, tras lo cual el Alcalde Carbonero llamará desde el balcón del Ayuntamiento al grito de “¡Lapezanos! ¡Todo el que pueda luchar que me acompañe… Y cada uno a su puesto!”.
Tras este primer acto denominado El pueblo tienen lugar La bendición cuando todos junto al alcalde se dirigen al campo de batalla. El tercer acto es el denominado La batalla. En la Huerta del Pañero el cañón está preparado y el pueblo espera la señal. Hay escaramuzas de ataque y retroceso, el pueblo se divide y se abre fuego con los fusilamientos y raptos.
