El dato que trasluce después de lo publicado hoy por este periódico es cuanto menos a tener en cuenta y una preocupación importante a tenor de una situación futurible. Que la ciudad no disponga de un vehículo de bomberos pequeño y que no pueda acceder al centro de la ciudad es una noticia en sí ya más que preocupante.
La denuncia, lejos de alarmar o de crear una inquietud gratuita, debe servir para concienciar de la importancia de dotar a la ciudad de los mínimos recursos de prevención y de seguridad y que se antojan a todas luces obligados.
Si la semana pasada en estas mismas páginas alertábamos de las exiguas y cada vez menos presencia sanitaria para las fechas veraniegas, la noticia retrata una cada vez las deficiencias con las que cuenta la población portuense, que en su crecimiento poblacional, paradójicamente, sufre el deterioro de los servicios más elementales.
Al ya mencionado vehículo de Bomberos, el Centro de Salud de la Zona Norte, la Comisaría de Policía Nacional, el cierre de la Casa de la Cultura o la Estación de Autobuses son cuestiones que deben atajarse y que deben solucionarse en la mayor brevedad posible.
Los impuestos, lejos de bajar, suben o se mantienen, en cambio, los servicios son inversamente proporcionales a lo esperado. Seguimos perdiendo. Nada nuevo.