Paz y bien para una sociedad cuyo inconsciente está hábilmente atrapado por los medios de comunicación y cree, como denunciaba Juan Rof, que esa racionalidad, ese encanijamiento, dirigido, de su espíritu, es toda su realidad.
Paz y bien; un deseo de un hombre de paz, de un hombre de bien, de un incansable periodista que despierta en sus oyentes reservas escondidas que nos ponen en movimiento, pues no puede separarse lo físico de lo psíquico y los pensamientos y deseos de los hombres, tienen sobre el mundo exterior, físico, tanta o más influencia que muchas otras fuerzas que consideramos primordiales.
Hace treinta y siete años, este toxiriano debutó como corresponsal de su pueblo natal en aquella pionera Radio Popular y un año después le fueron concedidos quince minutos de información cofrade en la que repasaba la historia de las Cofradías jaeneras acompañada de música procesional.
En 1978 nace el programa “Calvario”, en unos tiempos difíciles para unas cofradías en plena crisis, aunque se iniciaba la revolución costalera que provocó una renovación de las mismas y decidió el devenir del movimiento cofrade de la ciudad.
Es un periodista todoterreno, pero son dos sus grandes pasiones: el Real Jaén al que ha seguido por toda España y al que sueña ver de nuevo en Primera División y el mundo de las cofradías.
Actualmente, Manolo presenta, desde 1992, el programa “Paso a Paso”, sin duda el de más solera en el mundo cofrade. Cada tarde recoge la voz de las distintas hermandades de la ciudad, en este tiempo de cuaresma, donde relatan su historia, cuentan sus proyectos, expresan sus sueños y confiesan su fe.
Y un dato que habla sobre la consideración que los cofrades tienen de este programa es que acuden todos los Hermanos Mayores de las distintas cofradías, sin delegar en nadie su presencia ante los micrófonos. Colabora en el programa otro cofrade, Paco Sierra, el actual cronista de la Agrupación de Cofradías, estrechamente vinculado a la blanca Hermandad de las palmas y los ramos de olivo.
La auténtica comunicación implica una apertura de sí mismo a la realidad del otro. En ella, se le permite al otro obrar en nosotros, modificar nuestra realidad personal. Eso lo consigue Manuel Contreras cuya palabra aviva en nosotros reservas escondidas que nos permiten seguir soñando.
Paz y bien para todos los cofrades y para ti, Manuel. Gracias por tu esfuerzo. Aunque no lo creas tu labor es decisiva para todos nosotros.
