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Martes 16/04/2024  

Listas y socios

Sólo unas horas después de que el congreso dictaminara Rubalcaba, Cabaña anunciaba que la lista al Parlamento por Cádiz la encabezara Luis Pizarro

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Como de prever era, el Psoe ganador del 38 congreso afila guillotina y reparte número para el correspondiente corte y lo hace al tiempo que sin pudor habla de “unidad”, “consenso” y “fortaleza interna” y todo eso que tan bien queda cara al electorado pero que internamente nadie se traga. Vida o muerte y tal vez un partido menos competitivo pero controlado, eso se extrae de un congreso donde el mensaje final que se le ha dado al PP es que gobierne con calma porque los herederos de Pablo Iglesias hoy no lo tienen nada claro y fruto del desconcierto y la ruptura interna le otorgan plenos poderes a quien solo unos meses atrás cosechó la derrota más dolorosa de la historia del socialismo nacional y, a pesar de ello, se convierte en su máximo referente, algo que seguramente no encuentra precedente en ningún otro sitio en el ámbito de la política moderna. Y conste, a pesar de lo dicho, que en parte se entiende porque lo de Chacón tampoco era para tirar cohetes pero en apariencia, y quizás ése haya sido su mayor problema, la apariencia, representaba un cambio de rumbo y el evitar ponérselo fácil a un Rajoy que ahora solo debe limitarse a darle al play en su discurso porque continúan los que hasta aquí han acompañado a esta insufrible situación general.

Seguramente habrá otras formas de verlo, pero ésta es una..Claves. Solo unas horas después de que el congreso dictaminara Rubalcaba, Cabaña, en pleno desmelene orgásmico anunciaba públicamente, vía conducto oficial, su intención de que la lista al Parlamento por Cádiz la encabezara Luis Pizarro, el mismo que unos meses atrás dimitiera como Consejero de Gobernación del gobierno de Griñán por desavenencias con él y lo hiciera públicamente en la Ser y hoy aprieta el pulso para liderar la convocatoria por Cádiz, como apretó la noche del pasado sábado para estar en la ejecutiva federal, él o un alcalde de Cádiz como Rafael Quirós, Barbate, y no lo logró. Nadie de Cádiz entró ahí, y eso que Rubalcaba se presentó por esta provincia y los lazos políticos y personales parecían más, digamos, consistentes.

Hablando de lazos, tanto Rubalcaba como Valenciano, en público y en privado, en persona y por teléfono, aseguran que necesitaban de determinadas alianzas porque sin ellas era imposible ganar pero que su único pacto es con el futuro, “no con el pasado” y eso se ha dejado notar en la ejecutiva resultante, donde Griñán se negó a aceptar presencias molestas como las pretendidas por Cádiz. Insisto, se es libre para verlo de otra manera.Listas. Como Cabaña controla al menos el setenta por ciento del comité provincial sabe que digan lo que digan las asambleas locales propondrá la lista que le venga bien y públicamente ya anuncia que tal vez permitirá un par de huecos a los críticos en aras del consenso, y todo a pesar de que las asambleas locales parecen decantarse de manera mayoritaria por la alternativa renovadora. Listas y socios, ¿a qué suena? Menacho de tres, acepta, pero a López Gil ni en óleo barato de mercadillo y, tal vez, otro para poner de cinco o de seis, y lo suelta antes de que se reúnan las asambleas locales que imagino deben pensar para qué diantres lo van a hacer si don Francisco, en su concepto dedocrático, ya tiene clara la lista que saldrá del comité provincial, y todo a pesar de broncas como la vivida en Chipiona donde la agrupación local llamó a Pérez Peralta de todo y le instó –Naval y García- a que explicara qué se estaba haciendo con el dinero de las asignaciones y a quién se estaba pagando porque el grupo de diputados no estaba cobrando –y sí lo hacen, parece, ex alcaldes como los de Vejer, Villamartín, Los Barrios o Almagro…-.

Acusaron a Cabaña de desestabilizar vía Lola Reyes, ex alcaldesa, y tras una hora de intenso debate Peralta tuvo que marcharse sin poder conformar una lista oficial ante la local, situación que en parte o parecida se ha vivido en otras asambleas. Pero da igual, el secretario provincial tirará de estrategia para contabilizar el resultado global de asambleas, no los votos, enmascarar cuentas y proponer su lista con alguna concesión para aromatizar el consenso.Parte de los críticos se reunieron el lunes en Medina, alcaldes algunos incluidos, otros no, para preparar estrategias e intentar frenar el proceso de ejecuciones públicas vía listas, que es donde los socios hacen el recuento final entre heridos y muertos. Pero es una guerra que no conduce a nada y al único que perjudica es al propio partido y a la fidelidad de voto de su gente, hastiadas de ver como se perpetúan las mismas caras y lo hacen para mantener activo su poder interno y no por la vocación de servicio público que les debería guiar, faltaría.

Pobres, pensará la atónita ciudadanía, para pensar en nosotros con el lío que tienen… La cuestión es si tragará Griñán con el sapo de llevar a Pizarro de uno por Cádiz. Imposible la mediación de Chaves por cuestiones que todos saben, será un asunto a resolver entre el presidente de la Junta, Zarrías y el propio Rubalcaba para establecer una especie de consenso que evite el derramamiento de sangre en vía pública y que con ella se escapen más votos, que sobrados no andan. En el escenario de hoy, y otra cosa es el que quede tras el 25M, son Griñán y Zarrías los que deben cocinar el guiso, con el beneplácito del nuevo secretario general que sigue muy de cerca la jugada. Y para Gaspar su compromiso personal acaba en Chaves, lo que suceda con Pizarro y Cabaña le trae al fresco porque lo suyo es, por este orden, posicionar bien a Micaela, ningunear a Mar Moreno y controlar los escombros del partido por si tras las autonómicas debe tocar zafarrancho desde Jaén para controlar Andalucía, y si con ellos ha participado del mismo sentimiento de voto ha sido porque les ha unido un frente común pero no porque cabalguen juntos por la misma verde pradera. Llegado al río, cada cual se las apañe para cruzarlo y quien no tenga caballo, a nado, o en la orilla quede.

Lo fácil es que Griñán y Zarrías ahora pacten e, insisto, hay otras maneras de verlo.Que Pizarro vaya en la lista de Cádiz, tras lo sucedido en el congreso, es algo que hoy casi nadie duda, pero la cuestión es ordenar en armonía al personal aspirante y ahí es donde se medirá la fortaleza de Griñán, de tenerla, y la firmeza de alianzas entre rubalcabistas, que vaya nombrecito para un clan, gaditanos y su jefe.Si lo que hoy pasa en el Psoe lo hubiera orquestado Arenas no lo habría hecho con más tino, de hecho el líder del PP andaluz solo debe inquietarse porque si a pesar de todo no gana la Junta a ver cómo se lo explica a Mariano. Guillotina, que en su concepto metafórico está hoy tan ligada al mundo de la política que su metálico sonido resuena en organismos públicos cada día ante el personal saliente y se prepara para hacerlo en círculos políticos ligados a derrotas en urnas, aunque nunca hay que olvidar que en todo congreso hay vencedores y vencidos y que el propio Zarrías perdió el del 2000, lo han intentado matar muchas veces y hoy, a pesar de ello, luce con esplendor sobre el cielo político nacional y andaluz.

El Psoe cerrará filas tras confeccionar las listas de los socios, siempre ha sido igual a pesar de la tensión y la energía que consume el proceso y por eso hay que relativizarlo todo. Solo resta por ver las piedras que en su mochila querrá cargar la nueva ejecutiva saliente del congreso para afrontar un futuro incierto donde, forzosamente, deben impulsar mecanismos de renovación por una simple, clara y evidente cuestión de supervivencia. Y seguro, duda no me cabe, que hay otras maneras de verlo.

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