En un comunicado, la organización denuncian que estas prácticas comerciales, "persiguen la obtención de márgenes comerciales excesivos y anormales", para lamentar que "son el resultado de los cambios producidos en los canales de comercialización y distribución, en el que cada vez más se acentúa la colaboración entre estas partes, con el fin de obtener mayores beneficios a costa del productor y del consumidor final".
Además, se da la circunstancia de que no hay en España un criterio claro que establezca cuándo una práctica comercial es efectivamente abusiva o que verdaderamente castigue actuaciones como la venta a pérdidas o dumping.
Concretamente, en Huelva, "desde que las grandes comercializadoras se instalaron, y más recientemente, desde que se han hecho con almacenes de concentración de fruta o centrales hortofrutícolas, esta práctica se está convirtiendo en una constante que está dando al traste con el poco beneficio que los citricultores de la zona podrían obtener en cada campaña", señala la misma nota.
Para Asaja, se trata de una práctica monopolística que debe impedirse, "por el bien de un sector que siempre ha negociado sus precios con libertad, y no al pairo de lo que impongan ciertas empresas comercializadoras".
