Conocer nuestro pasado a través de los avances hacia nuestro futuro. Debe ser la premisa principal para entender como la inteligencia artificial ha contribuido a ensamblar aquellos puzles de nuestros antepasados.
Los enormes avances tecnológicos de los que estamos siendo testigos están abriendo puertas a un conocimiento más profundo de nuestra historia. Una herramienta del futuro para mirar hacia nuestros orígenes.
Y buen ejemplo de esta idea es el análisis de los papiros de Herculano. Estos documentos, que sobrevivieron parcialmente a la catastrófica erupción del Monte Vesubio en el 79 d.C., están proporcionando información valiosa sobre la última morada de Platón en la Academia de Atenas.
Y es que el investigador italiano Graziano Ranocchia, de la Universidad de Pisa, ha una serie de hallazgos como parte del proyecto ‘Escuelas griegas’, realizado junto al Consejo Nacional de Investigación de Italia en la Biblioteca Nacional de Nápoles.
Gracias a esta fructífera colaboración, Ranocchia se encuentra con la firme convicción de poder asegurar que se ha identificado el lugar de descanso final de Platón: un jardín privado adyacente al Museion, un espacio sagrado dedicado a las Musas.
Para hallar al fundador de la Academia de Atenas, conocido universalmente por la "teoría de la reminiscencia", la investigación se centró en aproximadamente 1.000 palabras, que constituyen cerca del 30% del contenido, extraídas de fragmentos de los papiros quemados de Herculano. Los documentos, que relatan la Historia de la Academia por Filodemo de Gadara, han sido examinados con técnicas de estudio revolucionarias, entre ellas la Inteligencia Artificial.
Estos progresos en la comprensión de la antigüedad han sido posibles gracias a tecnologías punteras como la radiografía, la tomografía computarizada, la fotografía infrarroja y la microscopía digital de alta resolución, que han permitido descifrar los textos sin manipular los frágiles papiros.
Antes de este descubrimiento, solo se conocía de manera imprecisa que Platón fue sepultado en la Academia. No obstante, los nuevos datos indican que también fue esclavizado en la isla de Egina, probablemente en el 404 a.C. o en el 399 a.C., después del fallecimiento de Sócrates, corrigiendo la creencia de que su venta como esclavo ocurrió durante su tiempo en Sicilia en el 387 a.C.
El proyecto “Escuelas griegas”, una fusión de investigación y tecnología que comenzó hace tres años y continuará hasta 2026, ya ha revelado más de 1.000 palabras que han sido añadidas o reinterpretadas, superando los estudios previos de 1991.
