?La marea roja? sempiterna la Fiesta de la Bicicleta
Unos 2.000 ciclistas tomaron parte en la XXX Fiesta de la Bicicleta, organizada perfectamente un año más por el Club Ciclista La Salle
las previsiones de participación más optimistas se cumplieron y fueron alrededor de 2.000 las bicicletas y ciclistas que tomaron parte en la XXX Fiesta de la Bicicleta, celebrada bajo un agradecido sol el pasado domingo con salida desde La Salle. Sobre las 10.00 horas ya fueron numerosos los participantes, especialmente niños y jóvenes, los que inundaron el campo de fútbol del colegio, la mayoría provistos de su tarjeta de participación que contenía un número para el sorteo de las bicicletas que tuvo lugar horas más tarde en el lugar de concentración, la explanada situada junto al Centro municipal de Deportes Náuticos.
La larga cola de bicicletas se caracterizó este año por el color rojo que la organización había recomendado lucir en la indumentaria, en homenaje a la selección española de fútbol tras haber logrado el último mundial de África. El camino fue bastante relajado pese a algunas pequeñas caídas que a su vez provocaron otros accidentes en los que, afortunadamente, no hay que lamentar heridos de consideración. No obstante, la organización -Club Ciclista La Salle- iba provista de los medios necesarios para atender un accidente. En este capítulo, los miembros del club ciclista se volcaron en el paseo con los corredores, haciendo del recorrido un acto deportivo, agradable y cómodo de realizar.
Especialmente bello resultó el paso de la caravana por debajo de la peña, donde la hilera de bicicletas parecía no acabar.
Sobre las 12.00 horas se dejaron ver las primeras bicicletas en El Santiscal, a lo que siguió una concentración muy animada que tenía dos razones de ser: asistir al sorteo de bicicletas y disfrutar de la estupenda comida preparada por los grupos de concursantes del ya décimo certamen gastronómico. Esta edición el plato estrella fue los garbanzos con acelgas, de cuya elaboración se encargaron doce grupos que representaron desde partidos políticos hasta asociaciones o reuniones de amigos. El vencedor de este año fue el grupo de mujeres de la Asociación Arco de Matrera, del Barrio Bajo, cuya presentación y puesta en escena fue claramente recompensadas por el jurado, formado, entre otros, por profesionales de la hostelería arcense y algún miembro del grupo gastronómico de Cádiz Almirez, el cual también participa como jurado en la Ruta de la Tapa Taparcos todos los años.
Desde las 11.00 horas hasta las 14.30 horas los distintos equipos tuvieron tiempo suficiente no sólo de elaborar un comida con cinco kilos de garbanzos y otro tanto de acelgas, sino de dar a degustar sus platos a miles de personas. La organización distribuyó más de 1.000 cuencos de este producto entre el público, a razón de 90 platos por equipo; un detalle que el público supo apreciar con su agradecimiento.
Durante la jornada, como viene siendo habitual en los últimos años, la organización Proyde, formada por la juventud del colegio La Salle, instaló un gran barra en el recinto de concentración, desde la que sirvieron tapas y bebidas para seguir recaudando fondos para su proyecto humanitario.
En el plano institucional, las autoridades municipales se acercaron al recinto encabezadas por la alcaldesa , Josefa Caro, quien saludó a los componentes de los equipos para desearles suerte y comprobó el magnífico ambiente que reinó durante la jornada, aunque con algo de frío en las últimas horas de su celebración.
UNA VISITA ENTRAÑABLE
También destacó la visita del hermano Lorenzo, un religioso lasaliano afincado en Togo, donde ejerce una inconmensurable labor humanitaria ayudando a los nativos en distintos proyectos de desarrollo. Sus pequeñas vacaciones españolas le sirvieron para hacer un alto en el camino, en la ciudad donde realizó su tarea educativa durante años y donde se convertiría en precursor de la fiesta de la bicicleta que hoy todo Arcos admira. El hermano Lorenzo no paró de recibir saludos del público y de los muchos amigos que aún conserva en la ciudad y en su colegio La Salle.
Como dejó claro la organización durante el sorteo de bicicletas y la clausura del acto, la fiesta sigue disfrutando de una estupenda salud, por lo que le auguran muchos años más de celebración y de éxitos a todos los niveles.
La larga cola de bicicletas se caracterizó este año por el color rojo que la organización había recomendado lucir en la indumentaria, en homenaje a la selección española de fútbol tras haber logrado el último mundial de África. El camino fue bastante relajado pese a algunas pequeñas caídas que a su vez provocaron otros accidentes en los que, afortunadamente, no hay que lamentar heridos de consideración. No obstante, la organización -Club Ciclista La Salle- iba provista de los medios necesarios para atender un accidente. En este capítulo, los miembros del club ciclista se volcaron en el paseo con los corredores, haciendo del recorrido un acto deportivo, agradable y cómodo de realizar.
Especialmente bello resultó el paso de la caravana por debajo de la peña, donde la hilera de bicicletas parecía no acabar.
Sobre las 12.00 horas se dejaron ver las primeras bicicletas en El Santiscal, a lo que siguió una concentración muy animada que tenía dos razones de ser: asistir al sorteo de bicicletas y disfrutar de la estupenda comida preparada por los grupos de concursantes del ya décimo certamen gastronómico. Esta edición el plato estrella fue los garbanzos con acelgas, de cuya elaboración se encargaron doce grupos que representaron desde partidos políticos hasta asociaciones o reuniones de amigos. El vencedor de este año fue el grupo de mujeres de la Asociación Arco de Matrera, del Barrio Bajo, cuya presentación y puesta en escena fue claramente recompensadas por el jurado, formado, entre otros, por profesionales de la hostelería arcense y algún miembro del grupo gastronómico de Cádiz Almirez, el cual también participa como jurado en la Ruta de la Tapa Taparcos todos los años.
Desde las 11.00 horas hasta las 14.30 horas los distintos equipos tuvieron tiempo suficiente no sólo de elaborar un comida con cinco kilos de garbanzos y otro tanto de acelgas, sino de dar a degustar sus platos a miles de personas. La organización distribuyó más de 1.000 cuencos de este producto entre el público, a razón de 90 platos por equipo; un detalle que el público supo apreciar con su agradecimiento.
Durante la jornada, como viene siendo habitual en los últimos años, la organización Proyde, formada por la juventud del colegio La Salle, instaló un gran barra en el recinto de concentración, desde la que sirvieron tapas y bebidas para seguir recaudando fondos para su proyecto humanitario.
En el plano institucional, las autoridades municipales se acercaron al recinto encabezadas por la alcaldesa , Josefa Caro, quien saludó a los componentes de los equipos para desearles suerte y comprobó el magnífico ambiente que reinó durante la jornada, aunque con algo de frío en las últimas horas de su celebración.
UNA VISITA ENTRAÑABLE
También destacó la visita del hermano Lorenzo, un religioso lasaliano afincado en Togo, donde ejerce una inconmensurable labor humanitaria ayudando a los nativos en distintos proyectos de desarrollo. Sus pequeñas vacaciones españolas le sirvieron para hacer un alto en el camino, en la ciudad donde realizó su tarea educativa durante años y donde se convertiría en precursor de la fiesta de la bicicleta que hoy todo Arcos admira. El hermano Lorenzo no paró de recibir saludos del público y de los muchos amigos que aún conserva en la ciudad y en su colegio La Salle.
Como dejó claro la organización durante el sorteo de bicicletas y la clausura del acto, la fiesta sigue disfrutando de una estupenda salud, por lo que le auguran muchos años más de celebración y de éxitos a todos los niveles.
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