Atendidas 66 familias y 111 menores desde tratamiento familiar
El 55% de las veces es la madre el elemento maltratador, aunque hay que tener en cuenta que hay muchos casos de familias monoparentales
El 55% de las veces la madre es el elemento maltratador en un caso de este tipo
La concejal de Bienestar Social, Mariola Tocino, subraya el trabajo realizado por el equipo de profesionales que trabaja en el programa de Tratamiento Familiar de esta concejalía, tal y como se extrae de la memoria anual que acaban de concluir.
Tocino explica que dicho programa tiene como objeto de atención las familias con menores a su cargo en situación de riesgo social, las monoparentales con hijos menores de 18 años en situación de dificultad social, otras en cuyo seno se han detectado situaciones de violencia que afectan directa o indirectamente a los menores a su cargo y por último a las que tienen menores con los que se ha adoptado una medida protectora para posibilitar su retorno.
Tocino explica que este equipo de los Servicios Sociales ha atendido desde el 31 de octubre de 2009 al mismo periodo de 2010 a un total de 66 familias y a 111 menores. De los últimos años, el número de casos que pasan por este grupo de tratamiento es menor que en ediciones anteriores, habiendo un repunte mayor entre 2005 y 2006 con 140 menores.
De las 66 familias, los tipos de maltrato infringidos a los niños son la negligencia, abandono físico,cognitivo y psicológico o emocional. Tal y como reflejan las estadísticas, el 51% de los casos es la madre el agente activo en la situación de maltrato, pero también hay que tener en cuenta que el 33% de las situaciones se trata de familias monoparentales en la que la madre ejerce tanto su figura como la del padre, siendo en el 30% familias biparentales y en el 23%, extensas. Las edades de los menores suelen estar comprendidas entre los 10 a12 años en el 19% de los casos; de 13 a 15 en el 17% y de 16 a 18 en un 23%. Significativa también es la edad que tienen los padres, en la franja de 20 a 30 o de 30 a 40 años.
Del trabajo de los profesionales se pueden extraer también datos importantes, como es el tiempo dedicado a la intervención directa y otras actividades tanto del educador socio familiar, el trabajador social o el psicólogo, el tiempo medio empleado en reuniones de coordinación interna, entrevistas familiares, conjuntas a varios miembros de la familia o individuales y los recursos utilizados, siendo los más habituales los centros educativos, las ayudas económicas, la Fiscalía o la policía, los centros de salud o los espacios dedicados a la búsqueda de empleo.
Mitos erróneos
La edil popular aprovecha la ocasión para desmitificar la creencia social, quizá porque es lo único que trasciende a la opinión pública, de que desde los Servicios Sociales se trabaja para retirar a los menores de su entorno familiar. Al contrario, indica que a través de este programa los profesionales ayudan, con todas las herramientas que tienen a su alcance, a las familias a solventar sus distintos problemas o las situaciones de conflicto. Por otro lado asegura que no hay un patrón de funcionamiento o una familia maltratadora tipo pero sí rasgos comunes: dificultades importantes, ausencia o escaso apoyo social, multiproblemas, que suelen estar cronificados, dependencia de los Servicios Sociales o no tienen una conciencia clara de la problemática o responsabilidad, que asumen con dificultad.
La concejal de Bienestar Social explica que prestar este servicio “es un compromiso moral que la sociedad tiene la obligación de contraer con sus miembros más débiles”. De hecho, destaca que para el equipo de Gobierno es una prioridad la inversión de todos los recursos municipales disponibles para asegurar la mejor calidad de vida a estos niños. La planificación, coordinación y control de los servicios, actuaciones y recursos relativos a la protección de los menores es de la Junta, pero el Ayuntamiento se encarga del desarrollo de actuacione de prevención, información y reinserción laboral en materia de menores, así como la detección de situaciones de desprotección y la intervención.
Tocino explica que dicho programa tiene como objeto de atención las familias con menores a su cargo en situación de riesgo social, las monoparentales con hijos menores de 18 años en situación de dificultad social, otras en cuyo seno se han detectado situaciones de violencia que afectan directa o indirectamente a los menores a su cargo y por último a las que tienen menores con los que se ha adoptado una medida protectora para posibilitar su retorno.
Tocino explica que este equipo de los Servicios Sociales ha atendido desde el 31 de octubre de 2009 al mismo periodo de 2010 a un total de 66 familias y a 111 menores. De los últimos años, el número de casos que pasan por este grupo de tratamiento es menor que en ediciones anteriores, habiendo un repunte mayor entre 2005 y 2006 con 140 menores.
De las 66 familias, los tipos de maltrato infringidos a los niños son la negligencia, abandono físico,cognitivo y psicológico o emocional. Tal y como reflejan las estadísticas, el 51% de los casos es la madre el agente activo en la situación de maltrato, pero también hay que tener en cuenta que el 33% de las situaciones se trata de familias monoparentales en la que la madre ejerce tanto su figura como la del padre, siendo en el 30% familias biparentales y en el 23%, extensas. Las edades de los menores suelen estar comprendidas entre los 10 a12 años en el 19% de los casos; de 13 a 15 en el 17% y de 16 a 18 en un 23%. Significativa también es la edad que tienen los padres, en la franja de 20 a 30 o de 30 a 40 años.
Del trabajo de los profesionales se pueden extraer también datos importantes, como es el tiempo dedicado a la intervención directa y otras actividades tanto del educador socio familiar, el trabajador social o el psicólogo, el tiempo medio empleado en reuniones de coordinación interna, entrevistas familiares, conjuntas a varios miembros de la familia o individuales y los recursos utilizados, siendo los más habituales los centros educativos, las ayudas económicas, la Fiscalía o la policía, los centros de salud o los espacios dedicados a la búsqueda de empleo.
Mitos erróneos
La edil popular aprovecha la ocasión para desmitificar la creencia social, quizá porque es lo único que trasciende a la opinión pública, de que desde los Servicios Sociales se trabaja para retirar a los menores de su entorno familiar. Al contrario, indica que a través de este programa los profesionales ayudan, con todas las herramientas que tienen a su alcance, a las familias a solventar sus distintos problemas o las situaciones de conflicto. Por otro lado asegura que no hay un patrón de funcionamiento o una familia maltratadora tipo pero sí rasgos comunes: dificultades importantes, ausencia o escaso apoyo social, multiproblemas, que suelen estar cronificados, dependencia de los Servicios Sociales o no tienen una conciencia clara de la problemática o responsabilidad, que asumen con dificultad.
La concejal de Bienestar Social explica que prestar este servicio “es un compromiso moral que la sociedad tiene la obligación de contraer con sus miembros más débiles”. De hecho, destaca que para el equipo de Gobierno es una prioridad la inversión de todos los recursos municipales disponibles para asegurar la mejor calidad de vida a estos niños. La planificación, coordinación y control de los servicios, actuaciones y recursos relativos a la protección de los menores es de la Junta, pero el Ayuntamiento se encarga del desarrollo de actuacione de prevención, información y reinserción laboral en materia de menores, así como la detección de situaciones de desprotección y la intervención.
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