La Policía Nacional ha detenido a seis integrantes de una banda que supuestamente estaban detrás del expolio de al menos 71 piezas arqueológicas de épocas visigoda, nazarí, califal y renacentista valoradas en más de 400.000 euros, la mayoría de las cuales a la venta en una galería especializada de Barcelona.
A la vez que han arrestado a uno de los implicados en la capital catalana y a otros cinco en Granada los agentes han recuperado y entregado al Ministerio de Cultura las piezas arqueológicas, que han sido depositadas en diferentes museos, informa la Dirección General de la Policía.
Entre las piezas se encuentran capiteles de las épocas nazarí y califal, basas, columnas, arcos de yesería, vigas islámicas, un fragmento de arrocabe, una estela funeraria árabe, varias esculturas y cuatro broches de cinturón visigodos.
El grupo estaba compuesto por un total de diez personas, nueve residentes en Granada y, a su vez, ocho pertenecientes a la misma familia. Cuatro de ellos no han sido detenidos al encontrarse fuera del país, ya que tienen nacionalidad brasileña.
De forma coordinada tres hermanos que regentaban un negocio de antigüedades en la ciudad andaluza localizaban las piezas arqueológicas expoliadas y confeccionaban la documentación necesaria para que pudiesen ser introducidas en el mercado legal, que es el que más beneficios económicos reporta.
Valiéndose de testaferros, que firmaban los contratos de compraventa, acudían a un notario y las trasladaban a la galería especializada en arqueología de Barcelona, muchas veces haciéndose pasar por particulares para tratar de no relacionar su actividad con la de la organización.
Una de las personas encargadas de formalizar las operaciones de compraventa era hija y sobrina, respectivamente, de dos de los encargados de la tienda de antigüedades granadina, quien confeccionaba documentos falseados.
En ellos constaban las imágenes de las piezas que sus familiares le suministraban, el contenido formal requerido y la rúbrica del supuesto vendedor.
Luego lo remitía nuevamente al comercio de antigüedades para que diesen el visto bueno y así recibir una compensación económica a través de su número de cuenta bancaria o de transacciones electrónicas.
La investigación, que ha contado con la colaboración del Ministerio de Cultura, comenzó cuando los agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico detectaron en un stand de la feria Feriarte celebrada en Madrid en 2021 un capitel de estilo califal similar a piezas de procedencia ilícita que por aquel entonces circulaban por el mercado.
Cuando solicitaron la acreditación del origen de la citada pieza, en la factura -que carecía de número o de desglose del IVA- comprobaron que ésta había sido adquirida, junto a otros dos capiteles, en la tienda de antigüedades de Granada.
También revisaron las tres actas notariales, una por capitel, levantadas a nombre de la misma persona por una notaría de la ciudad andaluza, que afirmaban que llevaban en poder de la familia varias generaciones, heredados de un antepasado que había sido restaurador de La Alhambra en el siglo XIX.
Pero, como no existía documento que acreditase la procedencia de las piezas, fueron intervenidas por la Policía Nacional.
Avanzadas las pesquisas la Brigada de Patrimonio Histórico encontró notarías que habían firmado actas similares, lo que les llevó a localizar nuevas piezas expoliadas principalmente en Barcelona -en la mencionada galería-, pero también en Valencia, Madrid y, de nuevo, Granada.
Todas estas piezas tenían un nexo común, que habían sido proporcionadas por el comercio de antigüedades granadino, bien actuando como una empresa o a título particular por uno de sus responsables.
Además, las actas notariales siempre reflejaban que las piezas procedían de una antigua colección heredada de un familiar, con el fin de aparentar que habían sido sacadas del yacimiento antes de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español, que prohíbe la propiedad privada de los objetos arqueológicos.
Por resolución judicial, se procedió a la intervención de las 71 piezas arqueológicas localizadas, que fueron trasladadas al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, al Museo Arqueológico de Granada y al Museo de Prehistoria de Valencia.
A los arrestados se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra el patrimonio histórico.