Los problemas son similares a los detectados en la fachada de la Compañía de María
La fachada de la iglesia Mayor parroquial, templo que el próximo día 24 revivirá 200 años después la escena del juramento de los diputados a Cortes y declarado Bien de Interés Cultural, está siendo tratada de nuevo de cara a la esperada jornada del 24-S.
En los últimos días se está resanando la puerta principal del templo, de forma que se lijan los clavos que exornan la misma y se barniza, ofreciendo un mejor aspecto. Sin embargo, y al margen de los defectos del acabado de la restauración de la fachada, plasmables al comparar las cornisas de las ventanas intermedias, que dan al coro, la fachada ha comenzado a mostrar manchas blancas, que predominan sobre el rojo almagra.
El problema es similar al detectado en la fachada de la Compañía de María y está fundamentado en la humedad que retienen los sillares del primer templo parroquial de la ciudad, cuyas obras culminaron en torno a la festividad del Corpus Christi.
Las intensas lluvias del otoño y el invierno han provocado también el incremento de humedad interna de los sillares de la iglesia, que durante el verano han ido secando, provocando ahora las manchas blancas en distintas zonas.
En principio las manchas blancas salieron por la torre cercana a la calle Nicolás Carrillo, si bien en los últimos días, aparecen incluso en la esfera del reloj y otras partes de la fachada, y aunque no se espera que proliferen mucho, lo cierto es que pueden aparecer más, hasta que la piedra esté totalmente seca.
En el día de ayer comenzaron a repasar estas zonas conscientes del deterioro que había comenzaron a mostrar la fachada en sus partes más altas. Todo, con vistas a que la próxima semana el templo luzca sus mejores galas para rememorar el juramento de los diputados a Cortes.
A esto hay que añadir la intención de que también se pueda estrenar la iluminación extraordinaria de la fachada, que irá sustentada precisamente en los postes-farolas para sujetar la catenaria, que se encuentran delante del templo.
Este repaso era previsible si se producía el problema actual, igual que lo era también en la Compañía de María, donde la humedad comenzó a aflorar incluso con anterioridad, de forma que una vez que la pared ha secado con el verano, está previsto que el próximo mes de octubre se resanen las numerosas manchas y pérdidas de capa de pintura que se han producido como consecuencia de la excesiva humedad de los muros.