El gallego es un hombre tranquilo, reflexivo y que sabe dejar macerar las cosas. “No es que piense en ello todos los días, pero sí que es un tema importante”, reconoce cuando se le pregunta por su renovación. “A día de hoy es mejor apartarlo y centrarnos en poder salir de los puestos en los que nos encontramos. Una vez que el equipo esté tranquilo y todos veamos esto de diferente manera, ya pensaré bien las cosas”. Más claro el agua, que reza el dicho popular.
Lo importante ahora es ganarle al Celta, su ex equipo. “No va a ser un partido cerrado. Aunque los dos equipos tengamos poca puntería, creamos fútbol y ocasiones”, avisa el gallego que conoce bien a muchos de los jugadores de la cantera que han subido al primer equipo con Eusebio Sacristán. “Para mí es un orgullo”, reconoce.
A vueltas con su renovación, no rehuye las respuestas. “Va a depender de lo que aquí estén dispuestos a darme, no sólo a nivele económico. Valoro muchísimas cosas. Dónde vea que me vaya a sentir también más importante y dónde vea que de verdad se confía en mi y se valore el trabajo que hago va a ser importante para mi futuro”, insiste.
Ofertas no le van a faltar, seguro. “Ha habido oportunidades para irme a otras ligas, no tan importantes como ésta, pero sí equipos que juegan cosas importantes”. El aviso ya está hecho.