El Almería se ha llevado un triunfo justo de Anoeta en un partido que ha dominado salvo en los primeros minutos y que se ha resuelto con goles de Mauro Santos y Alberto De la Bella en propia portería, ante una Real muy floja que tuvo sin embargo el empate tras la expulsión de Sebastián Dubarbier en los instantes finales.
No habían pasado dos minutos y Carlos Vela ya había iniciado su revolución, primero con una jugada de esquiador con la que se marchó de cuatro jugadores y, segundos después, con un guante en su zurda para poner el balón en el larguero de la portería de Rubén Martínez.
El equipo andaluz llegaba en precaria situación clasificatoria pero con la recuperación de hombres importantes que se perdieron la anterior jornada por la disputa de las clasificatorias para la Copa de Africa, Zongo o Azeez, ofreció una excelente imagen en San Sebastián.
Se puso inicialmente muy nervioso el equipo almeriense, que sufría en los balones parados y no conseguía frenar a un Vela que llevaba peligro en cada balón que tocaba. Agirretxe volvió a tener otra opción de gol antes de que se llegara al minuto 10.
Se le acabó el gas a la Real a partir del minuto 15, cuando empezó a jugar a estirones, y comenzó a llegar el Almería que tuvo su gran ocasión tras un robo de Azeez y un remate con mucha intención de Zongo.
Nuevo estirón donostiarra y otra opción clara para marcar el 1-0 la tuvo Imanol Agirretxe, con un jugada meritoria que continuó De la Bella para chocarse con el muro construido por un gran Rubén Martínez.
Como casi siempre que la Real amaga y no pega llegó el disgusto local, al marcar el Almería en el minuto 28 en una acción iniciada por Dubarbier, centro al área, el portero realista no sale bien y el defensa De la Bella marca en propia portería.
Era mañana de regalos en Anoeta porque Carlos Vela, al filo del descanso, se quedó totalmente solo ante Rubén Martínez y, cuando lo tenía todo favor, envió el balón al exterior de la red en la mejor oportunidad realista en el primer tiempo.
El Almería se lo creyó definitivamente a la salida del descanso, la Real seguía sin estar y en defensa era un coladero, por lo que la consecuencia lógica era que llegara el segundo y éste se produjo en el minuto 50, al saque de un córner que remata Mauro Santos sin oposición alguna.
La expulsión de Dubarbier cambió el decorado en los últimos minutos, Chory Castro hizo el 1-2, la grada se lo creyó y se vivió un partido emocionante en el tramo final en el que la Real incluso envió por medio de Rubén Pardo un balón al poste.