El SAS deberá indemnizar con 15.000 euros a una mujer que fue intervenida quirúrgicamente en una rodilla ya que el documento de consentimiento que firmó antes de la operación carecía de información "específica y personalizada", y no advertía de la "mayor peligrosidad que revestía" a causa de "unas patologías previas".
El TSJA ha inadmitido el recurso de apelación interpuesto por el SAS contra la sentencia dictada en primera instancia por un juzgado de lo contencioso-administrativo de Almería, que estimó parcialmente la reclamación por responsabilidad patrimonial en la que se solicitaba inicialmente más de 225.000 euros.
La resolución, consultada por Europa Press, refiere que la administración "debió configurar" un documento de consentimiento informado "acorde" a las circunstancias de la paciente y "atendiendo al caso concreto y su complejidad".
Indica que se considera probado que hubo un "incumplimiento" del "deber de especificidad" y del "deber" de informarle de forma "conveniente" de los "riesgos a los que se sometía con la intervención quirúrgica", en concreto una "atrodesis de rodilla".
El SAS alegó en su recurso de apelación que había existido un error en la valoración de la prueba y sostuvo que hubo "suficiencia de la información suministrada a la paciente" dado que fue "una intervención programada y en una enfermedad con control continúo y constante del mismo equipo que la interviene".
Apeló, en esta línea, a la existencia de documentos como la solicitud de registro de demanda quirúrgica y hora preparatoria "en los que hay datos objetivos de la intervención a ejecutar".