La de este 28 de abril se prometía una noche histórica y no ha defraudado. Los vaticinios de fragmentación de la derecha han tenido su fiel reflejo en Alcalá la Real, donde el Partido Popular ha visto superados sus peores augurios, pasando a convertirse en tercera fuerza, por primera vez desde que existe dicha formación.
Pese a las numerosas convulsiones del mapa político, el Partido Socialista consigue ser primera fuerza con el 40,15% de los votos. Gracias al incremento de un 4,5% en la participación, suma 108 votos más que en las anteriores generales de 2016, si bien retrocede ligeramente (-1,36%) en el porcentaje total de voto. El Partido Socialista aventaja en más de 21 puntos a la segunda fuerza más votada, que es Ciudadanos, precisamente una de las grandes sorpresas de la noche. Y es que la formación naranja, que durante todo el escrutinio mantenía una dura pugna con los populares por la segunda posición, ha relegado finalmente al PP a esa tercera plaza final. La progresión de Ciudadanos es llamativa. Gana casi 900 votos, pasando de 1.607 a 2.505, y crece un 6%. Frente a ello el hundimiento del PP va en la línea de lo acaecido a nivel nacional, perdiendo más de 14 puntos y más de 1.700 votos. Curiosamente, casi tantos como crece Vox, que suma 1.559 sufragios más que hace tres años y pasa a ser cuarta fuerza más votada en Alcalá. Por último, Unidas Podemos, pierde un 2% de los votos cosechados en 2016, lo que la relega a quinta fuerza en Alcalá.