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Cádiz

Desarticulada una red criminal que introducía hachís por la costa gaditana

Se han realizado registros en El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera, Barbate y La Línea

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Funcionarios de la Agencia Tributaria y agentes de la Policía Nacional han desarticulado una de las organizaciones criminales más activas en la introducción de hachís por las costas de Cádiz y han detenido a 23 personas, incluyendo los líderes y subalternos, 13 de los cuales han ingresado en prisión.

La estructura, radicada en la bahía de Cádiz, tenía su centro de operaciones en la Sierra de San Cristóbal de El Puerto de Santa María, aprovechando su especial situación geográfica para el control de las entradas del estupefaciente por el río.

En una nota, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria han detallado que los investigadores comenzaron sus pesquisas tras detectar una serie de embarcaciones recreativas sospechosas en el puerto deportivo de Rota (Cádiz), e identificaron a las personas que estaban realmente detrás de estas embarcaciones, una organización criminal especializada en la introducción de grandes cantidades de hachís por aguas del estrecho de Gibraltar.

Así, determinaron la presencia de dos estructuras criminales diferentes que colaboraban activamente en la comisión del ilícito penal.

La primera estructura, radicada en La Línea de la Concepción, se encargaba de negociar directamente con los proveedores de la sustancia estupefaciente en Marruecos, y desplegaban un gran número de embarcaciones neumáticas de alta velocidad bajo su control, llevando a cabo la carga del estupefaciente y su traslado hasta la zona de la bahía de Cádiz.

Estas organizaciones, naturales del Campo de Gibraltar, actuaban fuera de su ámbito normal, por lo que necesitaban de la colaboración de otras organizaciones locales que controlaban y conocían su zona de actuación.

La segunda estructura, con base en la Sierra de San Cristóbal de El Puerto de Santa María, desplegaba una serie de embarcaciones recreativas para la descarga del hachís por aguas del Río Guadalete, aprovechando su especial situación geográfica para el control de las entradas de la droga por el río.

Hasta su total desmantelamiento, utilizaban el narco-embarcadero del Poblado de Doña Blanca para la descarga del hachís, utilizando después su amplio conocimiento de la especial orografía del cauce del mismo río para acometer las descargas aprovechando la bajada de la marea.

Una vez descubierto su modus operandi, los investigadores determinaron el rol desarrollado por cada uno de sus integrantes, descubriéndose que, al menos, estaban usando seis embarcaciones recreativas diferentes para la entrada del estupefaciente.

 

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TRANSBORDO DE FARDOS

Un dispositivo conjunto de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria pudo determinar la presencia de una embarcación semirrígida de gran tamaño y potencia cargada con numerosos fardos de hachís frente a la bahía de Cádiz.

De este modo, y gracias a los medios técnicos de la investigación, se pudo ver cómo zarpaban de la zona de influencia de la bahía de Cádiz dos embarcaciones recreativas hasta tomar contacto con la neumática, comenzando el trasbordo de numerosos fardos a las recreativas.

Así, se pudo interceptar una de las embarcaciones cuando se disponía a introducir por el cauce del río Guadalete una tonelada de hachís, y, con la colaboración del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, se interceptó la segunda embarcación, cuyos tripulantes habían arrojado la sustancia estupefaciente por la borda sin llegar a recuperarse, llegando a detenerse a cinco personas.

Finalmente, el pasado 22 de junio, los investigadores llevaron a cabo la fase de explotación, solicitando al juzgado diez entradas y registros en las localidades de El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera, Barbate y La Línea de la Concepción.

Como resultado, los investigadores detuvieron a 20 personas y desmantelaron el centro de operaciones de la organización criminal, situado en la Sierra de San Cristóbal.

Intervinieron veinte equipos de trasmisiones vía radio, dos estaciones de carga, un amplificador de señal vía radio para larga distancia, numerosos teléfonos desechables y tarjetas prepago y teléfonos satelitales para las comunicaciones a larga distancia con las embarcaciones nodriza.

También un dron de vigilancia de altas prestaciones para vigilar el cauce del río durante la entradas del estupefaciente, detectores de señales GPS, inhibidores de frecuencias y dispositivos electrónicos de seguimiento por GPS.

Tras nueve meses de investigación, la organización criminal se da por desarticulada, habiendo sido detenidos los líderes, los subalternos, los encargados de seguridad y logística e, incluso, los empleados para labores de seguridad estática y dinámica.

De los 23 detenidos que pasaron a disposición judicial, se ha decretado prisión preventiva para trece de ellos. 

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