El bar Giralda, situado en pleno centro de Sevilla, en la calle Mateos Gago, se ha convertido en todo un museo testigo de la presencia árabe en España, al sacar a la luz el pasado verano un haman almohade que había sido protegido y ocultado hace más de un siglo, y que ahora ha aflorado tras unas reformas.
Como han explicado desde el establecimiento, a principios del siglo XX fue objeto de una remodelación el edificio en el que se encuentra con el fin de convertirlo en un hotel, y entonces se decidió ocultar el haman para preservarlo, y así se ha mantenido hasta el pasado verano.
Entonces, aprovechando el parón en la actividad provocado por la pandemia, se decidió llevar a cabo una nueva reforma, y fue entonces cuando salieron a la luz una serie de pinturas murales de gran calidad únicas en España, mucho más amplias de lo que en principio se esperaba encontrar.
Se trata, además, del único baño islámico que ha llegado a la actualidad con una decoración integral, con unas bóvedas completamente cubiertas de pinturas o un paño con decoración geométrica que cubre el dintel de la puerta.
Todo el bar se ha convertido en un museo que es visitado por decenas de personas cada día, “que en muchas ocasiones entran, se admiran por lo que ven y no consumen nada”, bromean desde el mismo, así como con el hecho de que parte de la sauna ha sido desde principios del siglo XX un comedor, e incluso eran unas instalaciones más amplias, aunque el ensanchamiento de la calle Mateos Gago restó unos metros al edificio original.