Con el paso de los años, la función hormonal y la herencia genética son las principales responsables de los cambios corporales que la mayoría de las mujeres experimentan en cada etapa de su vida.
- A los 20 años: celulitis, grasa localizada y pecho son la mayor preocupación de las chicas a esa edad. Las primeras están relacionadas con la presión estrogénica sobre la fisiología del tejido graso. Para combatir estos problemas se pueden aplicar diferentes tratamientos estéticos como son la ozonoterapia, las ondas de choque y técnicas de remodelado corporal intenso. En el caso del pecho suelen decantarse a esa edad por un aumento mamario.
- A los 30 años: la mayoría de las preocupaciones estéticas suelen ser la flacidez. Hay de dos tipos, leve y intenso. En el caso de la segunda se requiere anestesia general, consiste en abdominoplastia. Otro de los puntos son las estrías de color blanco y rojo. Aplicando técnicas como el láser se mejora visiblemente en coloración y relieve.
- A los 40 años: cúmulos grasos y pérdida de tono. Mediante una liposucción o bien con energía ultrasónica de LipoVaser en los dos planos de la capa hipodérmica, en definitiva, para conseguir una silueta rejuvenecida y una piel más joven y tersa.
- A los 50 años: flacidez y grasa localizada que suele acumularse en la cintura, rollitos de la espalda, estómago y brazos. La técnica más utilizada es la del LipoVaser y la contracción máxima conocida como Renuvion, con esto se conseguirá disociar el tejido graso. Además, permite eliminar la memoria de la piel en los pliegues y recuperar la expresión máxima de la juventud corporal.
Cada edad requiere una serie de tratamientos estéticos diferentes. La otra opción es una dieta equilibrada, una rutina de entrenamiento, horarios fijos en cuanto a comida y horas de descanso, tratamientos faciales y corporales con productos cosméticos, sin tener que pasar por quirófano, o bien tratamientos de choque de varias sesiones.