La Audiencia de Granada ha condenado a nueve años de prisión al hombre acusado de romper en noviembre de 2018 una orden de alejamiento y prender fuego a la vivienda de su expareja en Las Gabias (Granada), desde donde el incendio se extendió a otras zonas del bloque obligando al desalojo de los vecinos del bloque.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial también le condena a indemnizar con 5.000 euros a la víctima por los daños morales causados. Ella no estaba dentro de la vivienda cuando se produjo el incendio, pero el tribunal fija esta indemnización ante el "lógico estado de angustia" que sufrió con lo ocurrido y "por las graves molestias causadas al tener que reanudar su vida desde cero en otro domicilio distinto". Tampoco podrá acercarse o comunicarse con ella por ningún medio durante diez años.
El procesado señaló durante el juicio celebrado el pasado septiembre que no recordaba nada de aquel día, pues tomaba "pastillas y cerveza" para "evadirse de sus problemas". No obstante, reconoció que solía acercarse con frecuencia a la vivienda de su expareja, saltándose la prohibición de acercarse y comunicarse con ella, con la que tiene un hijo en común.
Pese a su declaración, el tribunal considera probado que en la tarde del 6 de noviembre de 2018 acudió al bloque de pisos donde residía su exnovia y, tras forzar la cerradura de la puerta de entrada, accedió al interior.
Con la intención de ocasionar los mayores desperfectos inició tres focos de fuego en el dormitorio sobre elementos fácilmente inflamables, como dos colchones y el armario donde guardaba la ropa.
Esto provocó que rápidamente se extendieran las llamas por el resto de habitaciones de la casa, llegando a calcinar la mayor parte de los elementos tanto estructurales como de adorno de la vivienda.
Una vez que el fuego fue aumentando en vigor, sobrepasó los límites físicos del piso y el humo se extendió hacía las zonas comunes del bloque. No resultaron heridas ninguna de las 15 personas que en ese momento se encontraban en el edificio por la rápida actuación de los servicios de Extinción de Incendios y porque la Guardia Civil desalojó la finca con inmediatez.
La Audiencia Provincial condena al acusado a nueve años de cárcel por un delito de quebrantamiento de medida cautelar y otro de allanamiento de morada en concurso con un delito de incendio con peligro para las personas. Además de la pena de cárcel deberá abonar 30.499 euros a la compañía aseguradora que respondió ante el dueño del piso de los desperfectos que ocasionó el incendio.