Si el Universo respira, su soplo se debe parecer mucho a las largas y profundas “inspiraciones melódicas” que imagina el japonés para su primer disco en solitario en cinco años, Out of Noise, doce mantras recitados por sus dedos y que sólo revelan su secreto a quienes los escuchan.
En este disco, que Decca ha editado junto a Playing the piano –“autoversiones” de algunas de sus bandas sonoras más famosas y que se publicaron en 2005 en Japón–, Sakamoto refleja cómo se siente el artista en estos momentos aunque quien quiera saberlo tendrá que escucharlo porque él es incapaz de explicarlo con palabras.
“No puedo clasificar mi música ni hablar de ella pero es que además la explicación limita la imaginación: cualquier cosa que uno pueda oír en ella es como yo me siento”, dijo ayer Sakamoto en una rueda de prensa en Madrid antes de su primera actuación en España.