Además del personal sanitario y de las fuerzas de seguridad, los camioneros son otros héroes anónimos de la crisis del coronavirus que no pueden telebrabajar y cada día salen a las carreteras semivacías para garantizar el abastecimiento de productos sanitarios, higiénicos y supermercados.
"Mientras haya un camionero en la carretera, tendréis de todo (...) para eso estamos", asegura uno de ellos, Juan Jesús López, de Caravaca de la Cruz (Murcia).
En un vídeo colgado en su Facebook cuando regresaba a Madrid, con una carga de fruta procedente de Holanda, López aprovecha para instar a los ciudadanos a que no hagan acopio de alimentos: "No hace falta que os lo llevéis todo, que va a haber más", dice.
El problema está en que, cuando se vacían las tiendas, ellos tienen que trabajar más para reponer antes las mercancías y así garantizar continuamente el suministro.
"Mañana cuando os levantéis y le déis un vaso de leche a vuestros hijos, unas magdalenas o un medicamento porque uno esté malo, acordaos de que eso lo ha llevado un camionero al supermercado", pide tras quejarse por la falta de reconocimiento a su trabajo.
Sin embargo, López y sus colegas son 'héroes sin capa' para muchos usuarios de las redes sociales, donde circulan campañas de apoyo al sector, como #yositevaloro o #eltransportenopara.
La plataforma online Ontruck, con más de 3.000 transportistas colaboradores, asegura en un comunicado que están triplicando sus esfuerzos para mantener el abastecimiento.
Y es que, además de los ciudadanos, también están haciendo acopio de productos muchos almacenes que quieren darles salida cuanto antes, lo que exige más desplazamientos y en menos tiempo.
Las medidas adoptadas por el Gobierno en cuanto a limitación de circulación y cierre de fronteras no afectan a este colectivo que, en muchos casos, trabaja expuesto al virus sin la debida protección.
"Las fábricas nos piden que no entremos sin guantes y mascarillas, y no hay manera de encontrarlas. Los empleados de las factorías sí las tienen pero a los camioneros no se les suministraron", relata a EFE Ainara, empleada de una empresa gallega de transportes.
Eso, añadido al miedo a contagiarse, llevó a uno de los camioneros que trabajan con ella a pedir ahora las vacaciones.
Además de la falta de protección y la carga extra de trabajo, los transportistas también sufren cambios en sus rutinas. Por ejemplo, no pueden parar a comer en un restaurante y las horas se les hacen eternas en el camión a la espera de cargar o descargar.
En la mayoría de los casos tienen que quedarse dentro de la cabina, donde muchos disponen de una cama y un pequeño frigorífico, lo que no deja de ser un confinamiento de apenas un par de metros cuadrados.
Algunos tienen suerte, comenta Ainara, porque donde solían hacer parada "no los dejan tirados" y les ofrecen un café caliente o un táper con comida.
La solidaridad con el sector va más allá, como le ha ocurrido a Alfonso, camionero de la misma empresa que ha contado a sus compañeros cómo, cuando pasaba por algunos pueblos, la poca gente que había en la calle le saludaba y hacía gestos de apoyo, algo que le hizo sentir muy orgulloso de su trabajo.
Es la parte positiva de una situación que la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) considera inaceptable, por lo que ha solicitado al Gobierno que se mantengan abiertos y en condiciones los servicios que el transporte necesita para trabajar.
En un comunicado, esta entidad ha denunciado el "abandono" que están sufriendo y la "insolidaridad" de muchas estaciones de servicio, áreas de descanso y centros logísticos que han cerrado todas sus instalaciones, incluidos los aseos, para evitar su uso por parte de estos profesionales.
También pide más medidas de apoyo al sector la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), que ha recordado que el 85 por ciento de las mercancías se transportan por carretera.
Desde el Gobierno, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha admitido que le preocupan sus condiciones de trabajo y ha subrayado que "día a día vamos mejorando", algo que parece insuficiente a las asociaciones de un sector que no se siente valorado.