En principio, el alcalde sabe perfectamente este tema y está aguantando con estoicismo las puñaladas de quienes se dicen sus compañeros pero que saben bien que tiene todas las papeletas para ser candidato pues él quiere seguir y aunque no es un hombre de partido, ni político al uso, nadie en el PSOE planteará su sustitución si no ocurre algo anormal. Y esto es lo que quieren provocar algunos con filtraciones interesadas y campañitas orquestadas, sembrar dudas en dos sentidos: por un lado erosionar su popularidad (no es que tenga excesiva pero sí la suficiente, sobre todo por su pedigrí algecireño) cara al ciudadano achacándole todos los males posibles (catastrazo, agua, obras, desorden y todas las que se quiera) de forma personal -es curioso que se ataque a él y no al partido que representa- y así justificar su sustitución diciendo que “provoca rechazo popular” y por otra, en el maremagnum actual en muchos municipios alimentar dudas de su honradez personal.
Muchos saben que Herrera tiene defectos pero desde luego no es un político del que se dude de su patrimonio además de no prodigarse en medios.
Los que desde la sombra mueven los hilos a sus títeres mediáticos no tienen en consideración las siglas que sustentan pues sólo buscan sus intereses y el sillón de la Alcaldía. Mientras, el secretario local del PSOE, Rafael España, calla, observa y no hace una defensa del alcalde.
Por su parte, el resto de partidos analiza esta guerra larvada. Al PP le va bien un candidato como Herrera y a IU también.
Es curioso que el PA sea, el que tal vez le fuera mejor que no estuviera, dado que su candidato estuvo precisamente a las órdenes del actual alcalde, sombra que veremos como puede deshacer.
Lo cierto es que pasa el tiempo y si Herrera llega a diciembre sabe que será candidato porque en el semestre europeo este tema no toca y en julio, con menos de un año antes de las elecciones de 2011, nadie cambia un alcalde en ejercicio.