La asociación de padres y madres de niños oncológicos de Málaga (Aspanoma) continúa luchando por lograr un total de cuatro médicos en la planta de Oncología Infantil del Hospital Materno y con “contratos estables, que no cambien los médicos como si fueran cartas”. Así, los familiares ponen el punto de mira en noviembre, cuando uno de los tres médicos de esta unidad “finaliza su contrato de un mes”.
"Estos niños lo pasan muy mal, sufren mucho. No son tontos, son niños que saben lo que tienen y les da seguridad cuando ven a la misma doctora o mismas enfermeras"Actualmente hay tres facultativos en plantilla. Sin embargo, Juan Manuel Sales, presidente de Aspanoma, ha advertido que “uno de ellos termina el 13 de noviembre y, según ellos (en referencia a la dirección del centro), el día 17 se incorpora otro nuevo, pero con otro contrato de un mes”, añadiendo que “ya no nos lo creemos hasta no lo veamos”.
Asimismo, ha explicado que, al ser padres de niños oncológicos, están en contacto con los médicos, por lo que “ya sabemos el cuadrante del mes que viene que tienen los doctores”, recalcando que “en el de noviembre no aparece ninguno nuevo, el día 13 acaba el que está y se quedarían dos”.
Del mismo modo, Salas ha hecho hincapié en que aunque el día 17 se incorpore un nuevo profesional, durante la Navidad “tienen que coger vacaciones y volvemos a tener dos”. “Nos vemos en un problema grandísimo, si en vacaciones entra un niño por urgencias”, han alertado.
A todo ello ha sumado la “inestabilidad”. “Queremos un mínimo de cuatro médicos y con contratos estables, no de un mes”, ha reivindicado el presidente, agregando que “los doctores no pueden ni descansar, salen de una guardia y se tienen que meter otra vez en las consultas”.
“Son niños con cáncer y hay que saber su historial”, ha dicho haciendo referencia a los contratos de poca durabilidad, indicando que también es importante la relación de confianza que se establece entre paciente y médico: “Estos niños lo pasan muy mal, sufren mucho. No son tontos, son niños que saben lo que tienen y les da seguridad cuando ven a la misma doctora o mismas enfermeras. Aquello es un día uno, otro día otro y es lo que no queremos”.
Así, ha querido visibilizar el día a día de la planta de oncología pediátrica: “Son niños que están todo el día con quimio, con trasfusiones de sangre y de plaquetas, una equivocación se lleva a un niño por delante”. Por ello, ha incidido en la importancia de que “no es lo mismo un médico que esté trabajando ocho horas, que tenerlo trabajando 24, 26 o 28, llega un momento que ya no da”.
En cuanto a ello, ha explicado que los facultativos “tienen que estar en planta, en consulta, en el hospital de día donde los niños llegan cuando les hace falta una transfusión; luego a parte tenemos la sala donde están los niños trasplantados, sin embargo, estamos casi sin médicos”, ha criticado el presidente.
“No sé si es que a ellos como padres no les ha pasado, pero no se dan cuenta”, ha señalado Salas refiriéndose a los responsables de la dirección del Hospital. “Estamos todos los días aquí y vemos niños que se van, niños que se quedan y niños que…, y nosotros queremos la seguridad de nuestros niños”, ha sentenciado, reivindicando que Aspanoma está reclamando “una cosa que en cualquier hospital lo hay”.
“Están con los recortes, pero en este caso no pueden recortar”, ha denunciado, alegando que “la planta está siempre llena con unos que estén entre la vida y la muerte. Niños con dos y seis meses, con uno, cuatro o seis años”.
Por último, ha invitado a que “se vengan y vivan el día a día de la planta de oncología, lo que se sufre y los padres llorando”. Una unidad en la que ingresan cada año 500 menores, según datos de la delegación del gobierno de la Junta de Andalucía. En 2018 se diagnosticaron 70 casos de enfermedades oncológicas en menores de 14 años, de las que el 30 por ciento fueron leucemias agudas y, el resto, tumores sólidos.