Es posible que ustedes desconozcan a la persona que da título esta semana a la columna de opinión que ahora mismo están comenzando a leer. Aunque, por el contrario, también es posible que sepan de quién les hablo. Porque Antonio Camino es cercano, muy de aquí, uno de los nuestros, a los que no es difícil encontrar en algún lugar de su pueblo, Utrera, en el que lleva viviendo toda la vida.
Para los que se encuentran entre los primeros va a ser muy difícil que se hagan una idea real de quién es este hombre. No es muy habitual verle en los medios de comunicación a pesar de que le sobran motivos para que sea alguien de quien contar cosas amables, algo de lo que estamos tan faltos cada día. La vorágine de las noticias que nos comen a diario, la mayor parte de ellas de corte desagradable, no deja hueco en ocasiones para asuntos como este.
Antonio Camino va a recibir mañana viernes, en el transcurso de una cena benéfica, el galardón de Sevillano del Año que muy acertadamente le ha otorgado el Rotary Club de Sevilla en su edición de 2018. Una cena benéfica cuyos beneficios irán a parar a las arcas de la Fundación “Tierra de Hombres”, que dedica su tiempo y sus esfuerzos a algo tan bello como el promover el desarrollo de la infancia defendiendo sus derechos, sin discriminación de orden político, racial, confesional y de sexo. En suma, defender los derechos de la infancia en situaciones de guerra o catástrofes naturales, o in situ de desamparo.
Pero en realidad, ¿quién es Antonio Camino? Cuando le conoces ves dibujada la verdad y la sinceridad en su rostro. Esto podría ser bastante para ser merecedor de este premio, aunque tras esa “fachada” se esconde un gran hombre, forjado a sí mismo, y del que hoy se puede decir que es uno de los grandes empresarios de nuestra tierra. Preside una importante firma que responde al nombre de Tecade Group y que se sitúa en un puesto indiscutible en el sector de los puentes metálicos y estructuras “Offshore” (construcción de plataformas petrolíferas). Más de 400 empleados en más de 25.000 metros cuadrados de instalaciones. Algo que no impide que Antonio Camino, desde su responsabilidad, no olvide a los más cercanos, con ayudas sociales a numerosas causas solidarias y, lo más importante, de forma silenciosa. Pregunten en Utrera.
Mañana será un gran día para este hombre, su familia y sus amigos por el merecido reconocimiento. Cuando se lleva como bandera la máxima de “no ser envidioso, hacerlo todo con ilusión y soñar todos los días con los pies en el suelo” pasan estas cosas.
Enhorabuena, Antonio.