La alcaldesa de Gádor (Almería), Lourdes Ramos (PP), ha convocado un pleno extraordinario para este sábado para abordar con el resto de los grupos políticos y los vecinos de la localidad el cierre de la planta de Cemex ubicada en el municipio y que, según ha señalado, sostiene "a 300 personas" entre empleos directos e indirectos de la comarca y la provincia.
"Ha sido la peor noticia que he recibido desde soy cargo público", ha confesado en declaraciones a Europa Press la primer edil, quien ha señalado que desde la corporación se encuentran "muy preocupados" ante la cantidad de familias que se verán afectadas por el desempleo con el cierre de esta fábrica activa desde hace más de 40 años.
Ramos ha indicado que durante el pleno se detallarán propuestas y medidas que permitan amortiguar la situación de desempleo que se prevé en la zona ante el ERE extintivo planteado por Cemex a través de su plan de ajuste, así como otras opciones de trabajo para el municipio, ya que la cementera supone hasta el momento la industria más grande de la localidad.
Asimismo, la alcaldesa ha trasladado el "apoyo incondicional" a los trabajadores de la planta y se ha puesto en contacto con los miembros del comité de empresa y de los representantes sindicales para estar a su disposición. "Haré lo que los trabajadores me pidan", ha asegurado la regidora, quien se ha puesto de lado de los empleados en su lucha para que la empresa "pueda contestar a los trabajadores de la mejor manera".
Cemex anunció este martes el cierre de dos de las siete fábricas de cemento que tiene en España, que suman unos 200 trabajadores y entre las que se encuentra la planta de Gádor, que se verán afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE), según anunció la multinacional mexicana. La empresa atribuye este nuevo ajuste a la actual coyuntura del sector de la construcción, especialmente de grandes infraestructuras, y a la nueva regulación sobre derechos de emisión de dióxido de carbono que entrará en vigor en Europa en 2020.
Las negociaciones sobre el ERE comenzarán el 5 de noviembre, cuando se prevé abrir el periodo de consultas. La compañía prevé detallar entonces los datos concretos de impacto del ajuste en materia laboral, si bien fuentes del sector apuntaron a Europa Press que la firma prevé abordar las medidas menos traumáticas, como recolocaciones.
Según el comité de empresa, el cierre de la planta de Gádor anunciado afectará a unos cien trabajadores directos, el 90 por ciento de ellos hombres con una edad media de entre 40 y 45 años de la comarca del Medio y Bajo Andarax, quienes ven "con incertidumbre su futuro" tras la decisión de la compañía, si bien aspiran a posibles traslados, reubicaciones o, en su caso, jubilaciones durante el periodo de negociación.
La fábrica, con capacidad para producir 0,85 millones de toneladas y abierta desde finales de los años 70, fue vendida en 2015 a Cemex por la suiza Holcim, que mantiene su fábrica de Carboneras. Ahora, los empleados observan la posibilidad de que la fábrica permanezca como un punto de expedición del producto.